Los funcionarios de la Reserva Federal estaban en desacuerdo sobre la decisión del banco central de Estados Unidos de reducir las tasas de interés en medio punto el mes pasado, según un registro de la reunión publicado el miércoles.
Las actas de la reunión de septiembre indicaron apoyo a un ritmo gradual de recortes de tasas en el futuro, pero mostraron algunas divisiones en el Comité Federal de Mercado Abierto a medida que el banco central iniciaba su primer ciclo de flexibilización desde 2020.
La decisión de tasas de septiembre, que redujo la tasa de política al 4.75-5 por ciento, no fue unánime, con Michelle Bowman convirtiéndose en la primera gobernadora en disentir desde 2005. Argumentó que un recorte más “medido” de un cuarto de punto evitaría “avivar la demanda innecesariamente”.
Las actas, publicadas el miércoles, mostraron que algunos participantes preferían un recorte de un cuarto de punto, con “algunos otros” indicando que podrían haber apoyado un movimiento de ese tamaño en lugar del recorte de medio punto más grande de lo habitual.
“Varios participantes señalaron que una reducción de 25 puntos básicos estaría en línea con un camino gradual de normalización de la política que permitiría a los responsables de políticas evaluar el grado de restrictividad de la política a medida que evolucionaba la economía”, dijeron las actas.
También señalaría “un camino más predecible de normalización de la política”, dijeron algunas personas, según las actas.
Los funcionarios que apoyaron el movimiento de medio punto, que las actas mostraron que contaba con el apoyo de una “mayoría sustancial”, dijeron que “ayudaría a mantener la fortaleza de la economía y el mercado laboral mientras continúa promoviendo el progreso en la inflación, y reflejaría el equilibrio de riesgos”. Muchos de esos funcionarios pensaron que un recorte de un cuarto de punto en julio, cuando la Fed no realizó ningún movimiento, habría sido “plausible”.
El “gráfico de puntos” de las proyecciones individuales de tasas de los funcionarios, publicado en la reunión del mes pasado, mostró que la mayoría veía otros recortes de medio punto este año y más en 2025, cuando se estimaba que las tasas caerían al 3.25-3.5 por ciento.
Las actas no sugirieron apoyo para otro recorte de tasas grande, insinuando en su lugar que los banqueros centrales estadounidenses estaban inclinados a reducir gradualmente las tasas a un ajuste “neutral” que ya no frene el crecimiento.
“Los participantes anticiparon que si los datos llegaban según lo esperado, con la inflación bajando de manera sostenible al 2 por ciento y la economía cerca del empleo máximo, probablemente sería apropiado moverse hacia una posición de política más neutral con el tiempo”, dijeron las actas.
Desde la reunión, los principales funcionarios de la Fed han señalado poca urgencia para otro recorte de medio punto en la próxima reunión en noviembre, especialmente después de un informe de empleo excepcional para septiembre.
Ese informe disipó los temores de que Estados Unidos se dirigiera hacia una recesión y aumentó las probabilidades de que la Fed llevara la inflación de vuelta a su objetivo del 2 por ciento con pérdidas de empleo mínimas.
En una entrevista con el Financial Times esta semana, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dijo que las proyecciones de los funcionarios para recortes más pequeños en las próximas reuniones eran un “caso base muy bueno”.
El presidente Jay Powell también dijo que el Comité Federal de Mercado Abierto, que establece la política, “no es un comité que sienta la necesidad de recortar las tasas rápidamente”.
El miércoles, la presidenta del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Lorie Logan, también respaldó que la Fed recorte las tasas “gradualmente”, citando un “riesgo significativo de que la inflación pueda quedar atrapada por encima de nuestro objetivo del 2 por ciento”.
La Fed se reunirá nuevamente pocos días después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y luego nuevamente a mediados de diciembre. El banco central recibirá el jueves su informe final de inflación antes de que el país vote.
Los economistas pronostican que la tasa de inflación anual en el índice de precios al consumidor cayó al 2.3 por ciento el mes pasado, el nivel más bajo desde febrero de 2021.
La inflación relacionada con los servicios ha sido más persistente, manteniendo la medida “núcleo”, que excluye los alimentos y la energía volátiles, más elevada. Se espera que esa medida se haya estabilizado en el 3.2 por ciento en septiembre.