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Las historias importantes sobre dinero y política en la carrera por la Casa Blanca
Un hombre que llevaba armas ilegales, munición y pasaportes falsos fue arrestado cerca de un mitin de Donald Trump en California el sábado por la noche en lo que un sheriff local describió como un posible tercer intento de asesinato al ex presidente.
Agentes del Departamento del Sheriff del Condado de Riverside detuvieron a un hombre de 49 años de Las Vegas que conducía una SUV negra en un punto de control de seguridad cerca del mitin de Trump en el Valle de Coachella.
El hombre fue detenido después de que se descubriera que llevaba ilegalmente una escopeta, una pistola cargada con un cargador de alta capacidad, munición y múltiples pasaportes y licencias falsas, según informó la oficina del sheriff.
“Si me pregunta ahora mismo, probablemente tuvimos agentes que evitaron el tercer intento de asesinato”, dijo Chad Bianco, el sheriff del Condado de Riverside, en una conferencia de prensa el domingo por la noche.
Bianco dijo que se creía que el sospechoso, que fue acusado de delitos relacionados con armas de fuego antes de ser puesto en libertad, era miembro del grupo antigubernamental Ciudadanos Soberanos. Los miembros mantienen que las leyes nacionales no se aplican a ellos, dijo Bianco.
En un comunicado, la oficina del sheriff dijo que el incidente “no afectó la seguridad del ex presidente Trump ni de los asistentes al evento”.
A pesar de que inicialmente la policía identificó al hombre como Vem Miller, los funcionarios dijeron que el hombre llevaba múltiples pasaportes y licencias de conducir con diferentes nombres en su vehículo.
Bianco dijo que el vehículo de Miller no estaba registrado y llevaba una placa de matrícula “casera”. Había pasado por un primer perímetro de seguridad en el mitin después de afirmar que era un reportero, antes de ser arrestado en un segundo. Bianco agregó que la oficina del sheriff estaba en contacto con el Servicio Secreto y el FBI.
El arresto sigue a dos intentos de asesinato a Trump que han generado preocupación de que la altamente polarizada elección de Estados Unidos pueda desencadenar violencia política. Ocurre mientras tanto Trump y la candidata presidencial demócrata Kamala Harris entran en las últimas semanas de la carrera, que está prácticamente empatada en las encuestas.
Trump fue rozado en la oreja por una bala en julio mientras hablaba en un mitin electoral en el oeste de Pensilvania. Después de agacharse detrás del podio, el ex presidente se levantó, levantó el puño y gritó “¡Lucha, lucha, lucha!” antes de ser llevado de urgencia al hospital. Esas palabras se han convertido en un potente lema de campaña.
El mes pasado, el Servicio Secreto disparó contra un hombre armado escondido en los arbustos que rodeaban el Club de Golf Trump International mientras el presidente jugaba, a unos 300-500 yardas de distancia. Los agentes de la ley encontraron un rifle estilo AK-47 con mira en la vegetación, junto con dos mochilas y una cámara GoPro.
A principios de este mes, los asistentes de Trump solicitaron que se intensificaran las medidas de seguridad, incluyendo aeronaves militares, vehículos blindados especiales generalmente reservados para presidentes en funciones, aeronaves señuelo y restricciones de vuelo sobre sus residencias.