In it, he reflects on the case and its enduring impact on American culture. Murphy says: âAlcala was like a serial killer Forrest Gump, intersecting with so many cultural touchstones. He was a master manipulator and a chameleon. He was able to blend in and charm his way into peopleâs lives. But his darkness was always there, lurking beneath the surface.â
As for Bradshaw, she has largely stayed out of the public eye since her brush with death. But her story lives on in Woman of the Hour, a cautionary tale of the dangers that can lurk behind a charming facade. The film serves as a reminder that sometimes, intuition can be a lifesaver.
Murphy concludes: âCheryl Bradshaw was lucky. She had a gut feeling that something was wrong and she acted on it. That decision saved her life. Itâs a reminder that we should always trust our instincts, even in seemingly harmless situations. You never know what evil may be hiding behind a smile.â
El fiscal, que pasó más de dos décadas asignado a las unidades de agresión sexual y homicidio de la oficina del fiscal del condado de Orange, dice que la infancia de Alcala ofrece pocas pistas sobre sus motivaciones psicológicas.
“Él fue criado en una casa con personas que lo amaban. Tenía hermanos exitosos. Su hermano se graduó de West Point y se convirtió en un héroe de guerra en Vietnam. Tenía una tía muy presente que también lo amaba mucho.
“Tuvimos algunos de los mejores abogados defensores y investigadores trabajando en la defensa en tres juicios separados y nadie encontró ni una pista de abuso infantil. No fue abusado sexualmente. No fue abusado físicamente. No fue intimidado en la escuela”.
Agrega: “Quizás la conclusión más perturbadora sobre tipos como Rodney Alcala es que, si hay un hilo común en su infancia, está mucho más cerca del sentido de la propiedad y de ser mimados como niños que del abuso infantil y eso hace que mucha gente se sienta incómoda. Podría darte ejemplo tras ejemplo de eso.
“Rodney Alcala tenía un coeficiente intelectual certificado de genio de nivel Mensa. Era guapo, era articulado, tenía amigos, tenía novias, no era un marginado social, tenía familia que lo amaba. Y le encantaba sadísticamente violar y asesinar a la gente”.
Dos de las víctimas de Alcala fueron colocadas desnudas después de sus muertes, mientras que a una se le violó con un martillo de garra. Todas fueron estranguladas y resucitadas repetidamente para prolongar su agonía. Después de ser atrapado, los investigadores rastrearon su casillero de almacenamiento y encontraron alrededor de 1,700 fotos principalmente de mujeres y niñas, así como docenas de piezas de joyería que habían pertenecido a sus víctimas.
Alcala se representó a sí mismo en su último juicio. Murphy, el fiscal, vio al “Asesino del Juego de Citas” de cerca en la corte todos los días. ¿Cuáles fueron sus impresiones? “Era muy encantador, era muy carismático pero, por supuesto, sabía que era un monstruo”, dice. “Es un verdadero monstruo estadounidense y fue fascinante tratar con él, tratando de averiguar qué lo hacía funcionar.
“Nació con medio alma. Se excitaba con los violaciones-asesinatos absolutamente horripilantes de estas pobres mujeres. Parte del trabajo es lidiar con las familias y el trauma multigeneracional que ocurre como resultado de eso es difícil de describir. Pasaba de tratar con los familiares directamente a tratar con Rodney y lo hacíamos a diario durante seis meses”.
Murphy, un analista legal de ABC News, agrega: “No creo que haya nada malo con las brújulas morales de estos tipos. Lo hacen porque les encanta hacerlo y eligen hacerlo. Se excitan sexualmente con eso”.