Ambos hombres pertenecen al partido gobernante Mas. Pero han tenido desacuerdos y sus relaciones se han vuelto aún más acrimoniosas desde que ambos anunciaron su intención de postularse como candidatos del partido Mas en las elecciones presidenciales de 2025.
Morales alegó que el ataque fue “una operación conjunta entre las fuerzas militares y policiales”. Agregó que una bala lo había rozado “por centímetros” y que el conductor del auto resultó herido.
El ataque ocurrió cerca de la base de la Novena División del Ejército boliviano, cerca de Villa Tunari, en el centro del país, según Morales.
Una facción pro-Morales del partido Mas afirmó que las personas detrás del ataque ingresaron a los cuarteles militares antes de ser evacuados en un helicóptero militar.
“Este no es un evento aislado, es una clara evidencia de que estamos enfrentando un gobierno fascista”, dijo la declaración de la facción.
Morales, quien fue presidente de 2006 a 2019, enfrenta problemas legales, incluidas investigaciones por presunta violación estatutaria y tráfico de personas, lo cual niega.
Durante semanas, sus partidarios han bloqueado carreteras clave en todo el país y han chocado con la policía.
Morales sostiene que las acusaciones son parte de una vendetta de la derecha en su contra por parte de la presidenta interina que lo reemplazó en el cargo después de su renuncia en 2019 tras acusaciones de fraude electoral.
Tanto él como Arce tienen grupos de seguidores leales dispuestos a tomar las calles, y en algunos casos participar en peleas callejeras, para mostrar su apoyo a su candidato.