ProPublica cuenta la historia de Nevaeh Crain, una joven de 18 años que estaba embarazada. Estaba celebrando un baby shower para festejar el inminente nacimiento del bebé. En su fiesta, se desmayó de dolor. Su madre la llevó a tres hospitales diferentes. Los dos primeros la rechazaron sin tratarla. Los médicos y enfermeras en los hospitales de Texas están conscientes de la draconiana prohibición del aborto en Texas; amenaza con castigar severamente a cualquier personal médico que esté involucrado en un aborto con la pérdida de su licencia y hasta 99 años de prisión.
¿Alguien arriesgaría su propia vida para salvar a la chica embarazada que estaba gritando de dolor?
Nevaeh Crain murió debido a la extrema prohibición del aborto en Texas. Fue asesinada por políticos y fanáticos religiosos. Fue asesinada por la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Dobbs. Debería estar viva.
ProPublica informó:
Candace Fails gritó pidiendo ayuda para su hija embarazada en el hospital de Texas. “Haz algo”, suplicó, en la mañana del 29 de octubre de 2023.
Nevaeh Crain lloraba de dolor, demasiado débil para caminar, con sangre manchando sus muslos. Con fiebre y vómitos el día de su baby shower, la joven de 18 años había acudido a dos salas de emergencia diferentes en 12 horas, regresando a casa cada vez peor que antes.
El primer hospital le diagnosticó faringitis estreptocócica sin investigar sus fuertes calambres abdominales. En el segundo, dio positivo por sepsis, una reacción potencialmente mortal y de rápida progresión a una infección, muestran los registros médicos. Pero los médicos dijeron que su feto de seis meses tenía un latido cardíaco y que Crain estaba bien para irse.
Ahora, en la tercera visita de Crain al hospital, un obstetra insistió en dos ecografías para “confirmar la muerte fetal”, escribió una enfermera, antes de trasladarla a cuidados intensivos.
Para entonces, más de dos horas después de su llegada, la presión arterial de Crain había caído en picado y una enfermera había notado que sus labios estaban “azules y amoratados”. Sus órganos comenzaron a fallar.
Horas después, ella estaba muerta.
Fails, quien habría visto a su hija cumplir 20 años este viernes, todavía no puede entender por qué la emergencia de Crain no fue tratada como una emergencia.
Pero eso es lo que muchas mujeres embarazadas enfrentan ahora en estados con estrictas prohibiciones del aborto, han dicho médicos y abogados a ProPublica.
“Las mujeres embarazadas se han convertido en algo así como intocables”, dijo Sara Rosenbaum, profesora emérita de derecho y política de salud en la Universidad George Washington.
La prohibición del aborto en Texas amenaza con penas de prisión por intervenciones que terminen con un latido cardíaco fetal, ya sea que el embarazo sea deseado o no. Incluye excepciones para condiciones que pongan en peligro la vida, pero aún así, los médicos le dijeron a ProPublica que la confusión y el miedo sobre las posibles repercusiones legales están cambiando la forma en que sus colegas tratan a las pacientes embarazadas con complicaciones.
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