Pasó varios meses bajo arresto domiciliario mientras esperaba la sentencia. Luego, en junio pasado, fue trasladado a un centro de detención en Moscú, donde ha estado detenido desde entonces. En ese tiempo, su madre dice que su peso ha bajado de 69 kg a 52 kg mientras luchaba con la falta de apetito debido al estrés constante. Irina también notó que se ha retirado emocionalmente y que a menudo pregunta por qué está siendo castigado por algo que no hizo. Durante un tiempo, Arseny también tuvo un compañero de celda violento que lo atacó, golpeándolo en la cabeza y amenazándolo. Hablando con la BBC, los profesores de Irina y Arseny pintaron un cuadro de un joven altamente inteligente y políticamente comprometido que ahora enfrenta varios años en la cárcel por un crimen que no cometió. Su madre dijo que desde joven Arseny había sido apasionado por la ciencia, especialmente la física y la economía. Había soñado con estudiar ciencias políticas en una prestigiosa universidad de Moscú. “Quería mejorar la vida en Rusia”, dijo su madre. Habló de que su hijo tenía un fuerte sentido de justicia, que desarrolló después de experimentar acoso en la escuela. Con frecuencia se burlaban y le llamaban nombres despectivos porque nació en Dubai y su padre era de los Emiratos Árabes Unidos. Irina dice que desde su arresto, Arseny ya no tiene amigos, ya que la mayoría se ha distanciado de él. Sus vecinos y compañeros de trabajo incluso la acusan de haber “criado a un terrorista”, dice. Si Arseny realmente fuera inocente, argumentan, el tribunal lo habría absuelto. Ella cree que no entienden completamente cómo funciona el sistema judicial ruso. Su respuesta estándar es esperar que nunca tengan que enfrentarse al sistema ellos mismos. “Pero si lo hacen, descubrirán”.
