Los últimos dos años han sido todo un viaje para el sobrino del ex presidente John F. Kennedy. Un abogado ambientalista de profesión, se postuló para presidente como demócrata, con la mayoría de su familia hablando en contra de sus opiniones antivacunas y teorías conspirativas mientras respaldaban la reelección de Joe Biden. Luego cambió a una candidatura independiente pero, al no lograr ganar tracción entre una serie de controversias, se retiró de la carrera y respaldó a Trump. En los últimos dos meses del ciclo electoral de 2024, lideró una iniciativa de campaña de Trump llamada “Hacer a América Saludable Otra Vez”. Trump prometió recientemente que jugaría un papel importante relacionado con agencias de salud pública como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). RFK Jr, como se le conoce, recientemente afirmó que impulsaría la eliminación del flúor del agua potable porque “es una manera muy mala de introducirlo en nuestros sistemas” – aunque esto ha sido cuestionado por algunos expertos. Y en una entrevista con NBC News, Kennedy rechazó la idea de ser “antivacunas”, diciendo que no quitaría las vacunas a nadie sino que les proporcionaría “la mejor información” para que tomen sus propias decisiones. En lugar de un cargo formal en el gabinete, Kennedy usó la entrevista para sugerir que podría asumir un papel más amplio dentro de la Casa Blanca.