El Dr. Dayah argumenta que las significativas bajas civiles en Gaza, junto con la amplia destrucción de la infraestructura civil y el desastre humanitario que han seguido al ataque del 7 de octubre, significa que fue una contradicción directa con las enseñanzas del Islam. Hamas, dice, ha fallado en sus obligaciones de “mantener a los combatientes lejos de los hogares de los civiles [palestinos] desprotegidos y sus refugios, y proporcionar seguridad y protección tanto como sea posible en los diversos aspectos de la vida… seguridad, económica, salud y educación, y guardar suficientes suministros para ellos”. El Dr. Dayah señala a versículos coránicos y la Sunnah que establecen condiciones estrictas para la conducta de la yihad, incluyendo la necesidad de evitar acciones que provoquen una respuesta excesiva y desproporcionada por parte de un oponente. Su fatua destaca que, según la ley islámica, una incursión militar no debería provocar una respuesta que exceda los beneficios previstos de la acción. También enfatiza que los líderes musulmanes tienen la obligación de garantizar la seguridad y el bienestar de los no combatientes, incluyendo proporcionar alimentos, medicinas y refugio a aquellos que no están involucrados en la lucha. “La vida humana es más preciosa para Dios que La Meca”, afirma el Dr. Dayah. Su oposición al ataque del 7 de octubre es especialmente significativa dada su profunda influencia en Gaza, donde es visto como una figura religiosa clave y crítico vocal de movimientos islamistas, incluyendo Hamas y la Yihad Islámica Palestina. Sus creencias salafistas moderadas lo colocan en oposición directa al enfoque de Hamas hacia la resistencia armada y sus lazos con Irán, gobernado por chiítas. Los salafistas son fundamentalistas que buscan adherirse al ejemplo del Profeta Mahoma y las primeras generaciones que lo siguieron. El Dr. Dayah ha argumentado consistentemente a favor del establecimiento de un califato islámico que se adhiera estrictamente a la ley islámica, en lugar de los sistemas basados en partidos políticos que Hamas y otros grupos defienden. “Nuestro modelo a seguir es el Profeta Mahoma, quien fundó una nación y no estableció partidos políticos que dividieran la nación. Por lo tanto, los partidos en el Islam están prohibidos”, dijo en un sermón que dio en una mezquita hace varios años. También ha condenado el extremismo, oponiéndose a grupos yihadistas como Estado Islámico y al-Qaeda, y ha utilizado todas sus plataformas para emitir fatuas sobre varios temas sociales y políticos, que van desde transacciones comerciales, disputas sociales sobre matrimonio y divorcio, hasta la conducta de la violencia política.
