En esta ocasión, Trump parece estar priorizando lealtad, contabilizando quién ha estado con él desde el primer día. Y los medios de comunicación del mundo están amontonados en los balcones de los hoteles y los parques y playas que rodean a Mar-a-Lago, donde la seguridad está a niveles de fortaleza. El proceso de transición sigue siendo poco convencional por diseño, pero hasta ahora es mucho más detrás de escenas que en 2016. El primer nombramiento de Trump – la consultora política de Florida Susie Wiles como jefa de gabinete de la Casa Blanca – sí ofrece una pista de que una operación política conservadora bien construida de Florida podría estar lista para replicar su éxito en la Casa Blanca. Slater Bayliss, cofundador de una firma de cabildeo con sede en Florida, Advocacy Partners, ha trabajado tanto a favor como en contra de Wiles durante batallas electorales en el estado y prefiere estar de su lado. “Diría, tomando prestado un apodo de nuestros amigos al otro lado del charco, que Susie es la Dama de Hierro de la política electoral estadounidense.” Afirma que las ofertas han estado llegando de talentos de todo el estado, que ha servido como un “bastión de resistencia para pensadores conservadores inteligentes que aman nuestro país y desean desempeñar un papel en hacerlo más reflejo de nuestro electorado”. El consultor político republicano Max Goodman dice que hay anticipación de una ola de Florida que se estrellará en Washington. Él espera que el equipo de Trump esté reclutando personal en el equipo de Wiles y en el estado, cuyas delegaciones del Congreso y del Senado salieron temprano en apoyo a Trump. “No hay un sistema de cultivo político más caliente en el país que el estado de Florida, cuando tienes a un presidente y al consultor político más prolífico convertido en jefe de gabinete que llaman hogar a Florida”, dijo.
