El director de cine y artista ganador de un Oscar, Steve McQueen, ha revelado que pausó el rodaje de su última producción Blitz para ser tratado por cáncer de próstata.
McQueen, cuyo padre falleció a causa de la enfermedad en 2006, ha hablado por primera vez sobre su propio tratamiento, que llevó a la extirpación de un tumor en noviembre de 2022.
Él dijo: “Como hombre negro, sabía que el riesgo era aún mayor. Durante varios años había sido proactivo en hacerme pruebas. Me sometí a resonancias magnéticas regulares y pruebas de PSA. Afortunadamente, mi cáncer fue detectado muy temprano”.
McQueen retrasó la producción de Blitz dos semanas antes de regresar, y no informó al elenco y al equipo para que no se distrajeran. “Fue un desafío, pero me considero uno de los afortunados. También tengo la suerte de tener una familia amorosa que me apoye”, dijo.
McQueen, quien se ha recuperado por completo, emitió la declaración después de asistir a un evento en la Cámara de los Comunes para apoyar la investigación sobre el cáncer de próstata.
David Lammy, el secretario de Relaciones Exteriores, Josh Babarinde, un diputado liberal demócrata, y el exministro conservador James Cleverly fueron los anfitriones del evento, que lanzó un informe de investigación sobre el cáncer de próstata que pedía un programa nacional de detección dirigida de cáncer de próstata.
El foco principal de la campaña es abordar el impacto desproporcionado de la enfermedad en los hombres negros, al mismo tiempo que intenta reducir el gran número de casos no diagnosticados.
A principios de este año, los científicos descubrieron mutaciones genéticas que podrían ayudar a explicar por qué los hombres negros tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata que los hombres de otras etnias. Los hombres negros tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados y 2.5 veces más probabilidades de morir por la enfermedad en comparación con los hombres blancos.
Más de un millón de hombres en todo el mundo son diagnosticados con cáncer de próstata cada año. Las posibilidades de supervivencia son relativamente buenas: muchos pueden vivir décadas sin síntomas o necesidad de tratamiento.
McQueen dijo: “Cuando se detecta temprano, las tasas de supervivencia son extremadamente altas, pero si se diagnostica tarde, las tasas de supervivencia disminuyen drásticamente. Por eso estoy hablando hoy. Es vital que abordemos la urgente necesidad de un programa nacional de detección de cáncer de próstata, un paso que podría salvar innumerables vidas si tan solo tuviéramos la voluntad política para hacerlo realidad. Es espantoso que tantos hombres tengan que enfrentar esto solos”.