Bajo las leyes de la guerra, el desplazamiento forzado de civiles dentro de un territorio ocupado está prohibido, a menos que sea necesario por su seguridad o por una razón militar imperativa. Para que el desplazamiento sea legal, los civiles deben ser trasladados de manera segura y recibir alojamiento y suministros esenciales. También deben poder regresar a sus hogares después del fin de las hostilidades en la zona. El informe de HRW, basado en entrevistas con palestinos desplazados, análisis de órdenes de evacuación israelíes, imágenes satelitales que muestran la destrucción de edificios, y videos y fotos de ataques, concluye que no hay una razón militar imperativa plausible que justifique el desplazamiento de casi toda la población de Gaza y que las demás condiciones para que sea legal tampoco se han cumplido. El grupo con sede en Estados Unidos dice que las órdenes de evacuación israelíes han sido “inconsistentes, inexactas y frecuentemente no comunicadas a los civiles con suficiente tiempo”, y que “no tuvieron en cuenta las necesidades de las personas con discapacidades y otros que no pueden salir”. También acusa a las fuerzas israelíes de “atacar repetidamente las rutas de evacuación designadas y las zonas seguras”. Acusa a las autoridades israelíes de bloquear “todo menos una pequeña fracción de la ayuda humanitaria necesaria, agua, electricidad y combustible para llegar a los civiles necesitados”, así como de llevar a cabo ataques que han dañado y destruido recursos vitales como hospitales y panaderías. HRW también alega que el ejército de Israel ha “demolido o dañado gravemente la infraestructura civil de forma intencional, incluidas demoliciones controladas de hogares, con el objetivo aparente de crear una ‘zona de amortiguamiento’ extendida a lo largo del perímetro de Gaza con Israel y un corredor que dividirá Gaza”. “La destrucción es tan sustancial que indica la intención de desplazar permanentemente a muchas personas”, advierte. Los ministros del gobierno israelí también son citados diciendo que el territorio de Gaza disminuiría y que la tierra sería entregada a colonos israelíes. “El desplazamiento forzado ha sido generalizado, y la evidencia muestra que ha sido sistemático y parte de una política estatal. Tales actos también constituyen crímenes de lesa humanidad”, dice HRW. También dice que el “desplazamiento organizado y violento de palestinos en Gaza, que son miembros de otro grupo étnico, probablemente está planeado para ser permanente en las zonas de amortiguamiento y corredores de seguridad”, y que tales acciones “constituyen limpieza étnica”. Durante una conferencia de prensa el jueves, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Vedant Patel, dijo a los reporteros que Estados Unidos “discrepaba categóricamente” de que los métodos de guerra israelíes fueran consistentes con el genocidio. “Creemos que ese tipo de frases y ese tipo de acusaciones son ciertamente infundadas”, dijo. El ejército israelí ha negado que esté buscando crear zonas de amortiguamiento permanentes y el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, dijo recientemente que se permitiría a las personas desplazadas del norte de Gaza regresar a casa al final de la guerra. Israel lanzó una campaña para destruir a Hamas en respuesta al ataque sin precedentes del grupo al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron cerca de 1,200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes. Desde entonces, según el ministerio de salud dirigido por Hamas en el territorio, más de 43,700 personas han muerto en Gaza.