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Irán buscó con éxito una reunión con Elon Musk, según un funcionario de EE.UU., uno de una serie de pasos que parecían destinados a aliviar las tensiones con el presidente electo Donald Trump.
El embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, se reunió con Musk —un aliado de Trump nombrado esta semana para asesorar a su administración sobre formas de reducir el gobierno federal— el lunes en Nueva York, según un funcionario de EE.UU. informado sobre la reunión por un colega extranjero.
El funcionario dijo que le informaron de que la discusión abarcó una variedad de temas, principalmente el programa nuclear de Irán, su apoyo a grupos anti-Israel en todo Oriente Medio y las perspectivas de mejora de las relaciones con Estados Unidos.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir una reunión no gubernamental de EE.UU., dijo que no se tomaron decisiones inmediatas por ninguna de las partes. El funcionario dijo que los iraníes buscaron la reunión con Musk, el hombre más rico del mundo, y que no tuvo lugar en la misión iraní ante la ONU.
El equipo de transición de Trump no confirmó ni negó la reunión, que fue reportada por primera vez por The New York Times.
“El pueblo estadounidense reelegió al presidente Trump porque confían en él para liderar nuestro país y restaurar la paz a través de la fuerza en todo el mundo. Cuando regrese a la Casa Blanca, tomará las medidas necesarias para hacer precisamente eso”, dijo Karoline Leavitt, portavoz del equipo de transición de Trump, en un comunicado.
Sin embargo, la agencia de noticias estatal IRNA de Irán informó el sábado que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, negó que el embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, se reuniera con Musk en Nueva York y expresó sorpresa por la extensa cobertura mediática de los medios estadounidenses sobre este asunto.
El acercamiento de Irán se produce mientras Trump ha estado anunciando selecciones para puestos clave de política exterior —incluido el senador Marco Rubio para secretario de Estado y el representante Mike Waltz para asesor de seguridad nacional— que se espera sean duros con Irán.
Los funcionarios de inteligencia han dicho que Irán se opuso al segundo mandato de Trump, viéndolo como más propenso a aumentar la tensión entre Washington y Teherán. La administración de Trump terminó con un acuerdo nuclear con Irán, restableció sanciones y ordenó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, un acto que llevó a los líderes de Irán a jurar venganza.
El Departamento de Justicia reveló este mes un complot iraní de asesinato por encargo para matar a Trump, acusando a un hombre que dijo que le habían encargado en septiembre planificar el asesinato de Trump por parte de un funcionario del gobierno iraní. El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní rechazó el informe.
El complot formaba parte de lo que los funcionarios federales han descrito como esfuerzos continuos de Irán para atacar a funcionarios del gobierno de EE.UU., incluido Trump, en suelo estadounidense. El verano pasado, por ejemplo, el Departamento de Justicia acusó a un hombre paquistaní con vínculos con Irán en un complot de asesinato por encargo dirigido a funcionarios estadounidenses.
Mientras tanto, The Wall Street Journal informó, citando a funcionarios estadounidenses no identificados, que Irán le dijo a la administración Biden en un mensaje escrito entregado el 14 de octubre que no intentaría matar a Trump. Fue una respuesta a una advertencia anterior de EE.UU. de que un intento de asesinato de Trump se consideraría un acto de guerra, informó el Journal.
Ante las preguntas sobre informes en el Journal y otros medios, la misión de Irán ante la ONU dijo que no emite declaraciones públicas sobre “mensajes oficiales intercambiados entre los dos países”.
“La República Islámica de Irán ha declarado desde hace tiempo su compromiso de buscar la venganza por el asesinato del Mártir Soleimani a través de vías legales y judiciales, respetando plenamente los principios reconocidos del derecho internacional”, decía su declaración.
Mientras que el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, ha expresado repetidamente su disgusto por Trump, el nuevo presidente reformista de Irán ha mantenido abierta la puerta a conversaciones con Trump para buscar alivio de las sanciones internacionales.
El equipo de transición de Trump no respondió a los mensajes en busca de comentarios sobre la declaración de la misión iraní el viernes.
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