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Xi Jinping le dijo a Joe Biden que China estaba preparada para trabajar con la nueva administración de Donald Trump para manejar las diferencias en su última reunión con su homólogo estadounidense.
Los presidentes chino y estadounidense se reunieron en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Lima el sábado. La embajada china en Washington dijo que Xi le dijo a Biden que las relaciones bilaterales habían experimentado “altibajos” en los últimos cuatro años, pero que los países habían “participado en un diálogo y cooperación fructíferos” y que la relación era “en general estable”.
“China está lista para trabajar con el gobierno de EE. UU. para mantener el diálogo, ampliar la cooperación y gestionar las diferencias… en beneficio de los dos pueblos”, dijo Xi a su homólogo estadounidense, según la embajada china.
Biden le dijo a Xi que la relación entre EE. UU. y China era la “alianza” más importante, antes de corregirse a sí mismo y decir que era la “relación más importante”, según las declaraciones registradas por los periodistas que estaban en la sala para los saludos preliminares antes del inicio de la cumbre.
“Nuestros dos países no pueden permitir que toda esta competencia se convierta en conflicto”, dijo Biden en una de sus frases habituales al reunirse con Xi. “Durante los últimos cuatro años creo que hemos demostrado que es posible tener esta relación”.
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Las relaciones entre EE. UU. y China se desplomaron en los últimos cuatro años, alcanzando su nivel más bajo en décadas cuando la entonces presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi visitó Taiwán en 2022 y un globo espía chino sobrevoló EE. UU. el año pasado. Las relaciones se han estabilizado desde entonces, pero las superpotencias siguen en desacuerdo sobre muchos temas.
La reunión se produce dos meses antes de que Trump regrese como presidente. En los últimos días, ha nombrado a personas con posturas firmes sobre China para puestos importantes, incluido el congresista de Florida Mike Waltz como asesor de seguridad nacional y el senador de Florida Marco Rubio como secretario de Estado.
Pero los expertos están esperando para ver si Elon Musk, quien se ha acercado a Trump y que produce y vende automóviles Tesla en China, instará al presidente a adoptar un enfoque más suave hacia Pekín.
Aunque Xi repitió su mantra de que China quiere trabajar con EE. UU., dijo que “la competencia entre grandes países no debería ser la lógica subyacente de los tiempos”. También se opuso a la idea de desacoplamiento y a las medidas de EE. UU. para negar a China tecnologías avanzadas relacionadas con semiconductores en lo que se conoce en Washington como la política de “patio pequeño, valla alta”.
“‘Patio pequeño, valla alta’ no es lo que un gran país debería perseguir”, le dijo Xi a Biden.
La reunión en Lima fue la primera entre los presidentes desde que celebraron una cumbre en San Francisco hace un año en el último foro de Apec.
Bonnie Glaser, una experta en China del German Marshall Fund, señaló que las versiones chinas anteriores sobre las reuniones Xi-Biden incluían referencias a declaraciones privadas de Biden que incluían garantías sobre varios temas, incluido que EE. UU. no apoya la independencia de Taiwán.
“La versión china de la cumbre de líderes en Perú omitió estas declaraciones, de hecho no hubo mención de nada de lo que Biden dijo a Xi”, dijo Glaser. “Con Biden dejando el cargo, los chinos saben que estas garantías pueden dejar de ser política de EE. UU.”
Biden y Xi mantuvieron reuniones bilaterales con otros líderes de Apec antes de su cumbre del sábado por la tarde, y ambos hombres se reunieron con sus homólogos japoneses y surcoreanos. Xi también se reunió con sus homólogos de Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Chile. Biden se reunió con Lin Hsin-I, representante de Taiwán en el foro, quien invitó al presidente de EE. UU. a visitar Taiwán.
En la fotografía grupal de la cumbre tomada el sábado, Xi apareció en primera fila, mientras que Biden estaba a un lado. Todos los líderes llevaban bufandas tradicionales de lana de vicuña peruana, siguiendo la tradición en la que los participantes lucen prendas nativas del país anfitrión.