El nuevo gobierno de Trump ha reavivado rumores sobre la posibilidad de que Estados Unidos compre Groenlandia, una idea que surgió durante el primer mandato del presidente electo en el cargo.
En su primer mandato, Trump tuiteó una imagen de la costa de Groenlandia con un edificio de la brillante Torre Trump superpuesto en el paisaje. Estaba titulado, “¡Prometo no hacer esto con Groenlandia!”
En agosto de 2019, el presidente Trump confirmó a los reporteros que estaba interesado en comprar Groenlandia, una idea que despertó tanto la curiosidad como el debate.
“Essencialmente Dinamarca la posee”, dijo Trump. “Somos muy buenos aliados de Dinamarca, protegemos a Dinamarca como protegemos grandes partes del mundo. Así que surgió el concepto y dije, ‘Claro, estaría interesado’. Estratégicamente es interesante y estaríamos interesados, pero hablaremos un poco con ellos. No es la prioridad número uno en este momento, puedo decir eso”.
El Wall Street Journal fue el primero en informar sobre el interés de Trump, citando fuentes que dijeron que había mencionado la idea con “diferentes grados de seriedad”.
La idea fue archivada después de que Joe Biden asumiera el cargo en 2021, pero ha resurgido en línea tras la victoria de Trump a principios de este mes.
El congresista republicano Mike Collins de Georgia publicó lo que parece ser un mapa electoral con Groenlandia el 7 de noviembre, con el territorio votando por el GOP. Estaba titulado “Proyecto 2029”.
Desde entonces, un miembro del parlamento en Dinamarca ha rechazado la idea de que Estados Unidos compre Groenlandia como territorio estadounidense. Según una publicación de Rasmus Jarlov, el parlamento danés no tiene la intención de ofrecer el territorio a nadie, especialmente a Estados Unidos.
“La independencia de Groenlandia requiere la aprobación del parlamento danés y un cambio en nuestra constitución”, escribió Jarlov. “Puedo garantizarte que no aprobaríamos la independencia para que pudieras comprar Groenlandia. Bonita fantasía, pero olvídalo”.
Esta está lejos de ser la primera vez que Estados Unidos ha considerado comprar la estratégicamente beneficiosa masa terrestre ártica.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Harry Truman ofreció a Dinamarca $100 millones por ella en 1946, pero Dinamarca se negó.
La idea surgió incluso antes en 1945, cuando el senador Owen Brewster, R-Maine, llamó a Groenlandia una “necesidad militar” apoyada por líderes militares estadounidenses.
En 1946, un funcionario del Departamento de Estado señaló que los Jefes de Estado Mayor Conjunto creían que Estados Unidos debería apuntar a comprar el territorio. Ese diciembre, el secretario de Estado James Byrnes incluso hizo una oferta directamente al ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Gustav Rasmussen, sugiriendo que la venta podría ser la solución más simple.
El interés estadounidense en Groenlandia se remonta aún más atrás. En 1867, el Departamento de Estado exploró la compra tanto de Groenlandia como de Islandia, reconociendo su importancia estratégica.
Si Dinamarca hipotéticamente acepta vender Groenlandia a Estados Unidos, sería la mayor expansión de territorio estadounidense en la historia, superando la Compra de Louisiana de 1803.
Jazmín es escritora en Fox News Digital y esposa de militar con base en Nueva Orleans. Las historias se pueden enviar a [email protected].