Esto ocurre en medio de las relaciones empeoradas entre el Reino Unido y Rusia desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de esta última en 2022.
La semana pasada se supo que el Reino Unido levantó las restricciones para que Ucrania use misiles Storm Shadow suministrados por los británicos en objetivos dentro de Rusia por primera vez.
El presidente Vladimir Putin citó esta acción, junto con el lanzamiento de misiles de mayor alcance suministrados por Estados Unidos en territorio ruso, como la razón detrás de la decisión de Rusia de lanzar un nuevo misil hipersónico en la ciudad ucraniana de Dnipro el jueves.
Las expulsiones de diplomáticos se han vuelto cada vez más comunes desde que comenzó la guerra.
A principios de este año, el diplomático británico Capt Adrian Coghill tuvo una semana para abandonar Rusia, días después de que el agregado de defensa ruso fuera expulsado de Londres por presunto espionaje como “oficial de inteligencia militar no declarado”.
Más políticos británicos y prensa también han sido prohibidos de entrar al país.
El martes, Rusia añadió 30 más a su “lista de prohibición” por lo que llamó “acciones hostiles”.
Entre los incluidos en la lista están: la Viceprimera Ministra Angela Rayner, la Ministra del Interior Yvette Cooper, la Canciller Rachel Reeves y la Ministra de Justicia Shabana Mahmood.
Rusia ha prohibido previamente la entrada a políticos y periodistas británicos, incluidos de la BBC, Sky News y Channel 4.
En 2022, se prohibió al ahora Primer Ministro Keir Starmer y al Ministro de Relaciones Exteriores David Lammy, entre otros altos funcionarios del gobierno. La líder del Partido Conservador Kemi Badenoch también fue prohibida en el mismo año.