TALLINN, Estonia (AP) — El crítico del Kremlin encarcelado Alexei Gorinov fue condenado nuevamente el viernes por oponerse a la guerra de Rusia en Ucrania y recibió una pena de tres años de prisión.
Un rápido juicio de tres días contra Gorinov, antes un activista poco conocido, puso de manifiesto la intolerancia de Moscú hacia cualquier voz disidente.
Gorinov, un exmiembro de 63 años de un consejo municipal de Moscú, ya está cumpliendo una condena de siete años de prisión por criticar públicamente la invasión a gran escala.
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Teniendo en cuenta su condena y sentencia previas, un tribunal en la región de Vladimir de Rusia ordenó que cumpla un total de cinco años en una prisión de máxima seguridad, un centro con condiciones más estrictas que el actual. El sitio de noticias independiente de Rusia, Mediazona, citó al abogado de Gorinov diciendo que esto significa que pasará un año más tras las rejas en comparación con su sentencia anterior.
Gorinov fue condenado por primera vez en julio de 2022, cuando un tribunal en Moscú lo sentenció a siete años de prisión por “difundir información falsa” sobre el ejército ruso en una reunión del consejo municipal. Gorinov supuestamente expresó escepticismo sobre un concurso de arte infantil en su circunscripción mientras afirmaba que “todos los días están muriendo niños” en Ucrania.
Fue el primer ruso conocido enviado a prisión bajo una ley de 2022 que prohíbe prácticamente cualquier expresión pública sobre la guerra que se aparte de la narrativa oficial.
Su arresto, condena e encarcelamiento han conmocionado a muchos. En comentarios escritos a The Associated Press desde la cárcel en marzo de 2023, Gorinov dijo que las “autoridades necesitaban un ejemplo que pudieran mostrar a otros de una persona común, en lugar de una figura pública”.
Sus partidarios informaron que las autoridades iniciaron un segundo caso en su contra el año pasado. Se le acusó de “justificar el terrorismo” en conversaciones con sus compañeros de celda sobre el batallón Azov de Ucrania, que Rusia prohibió como organización terrorista, y la explosión de 2022 en el puente de Crimea, que Moscú consideró un acto de terrorismo.
Gorinov rechazó vehementemente las acusaciones el miércoles, informó el sitio de noticias independiente Mediazona. Se le citó diciéndole al tribunal que simplemente dijo que la península de Crimea anexada era territorio ucraniano y llamó a Azov una parte del ejército ucraniano.
El juicio de Gorinov comenzó el miércoles en la región de Vladimir, donde está cumpliendo condena derivada de su condena anterior. Fotos de la sala del tribunal, publicadas por Mediazona, mostraban a un Gorinov cansado en la jaula de los acusados, con un símbolo de paz dibujado a mano en un papel que cubría su placa de prisión. Sostenía un cartel escrito a mano que decía: “Detengan el asesinato. Detengamos la guerra”.
Le extirparon parte de un pulmón antes de la prisión y luchó contra enfermedades respiratorias tras las rejas.
En su declaración final en el tribunal el viernes, Gorinov se mantuvo desafiante y una vez más condenó a las autoridades rusas por la guerra en Ucrania.
“Mi culpa es que yo, como ciudadano de mi país, permití que esta guerra sucediera y no pude detenerla”, se le citó diciendo a Mediazona.
“Pero me gustaría que mi culpa y responsabilidad fueran compartidas conmigo por los organizadores, participantes, partidarios de la guerra, así como por los persecutores de aquellos que abogan por la paz. Sigo viviendo con la esperanza de que esto suceda algún día. Mientras tanto, pido a quienes viven en Ucrania y a mis conciudadanos que sufrieron la guerra que me perdonen”, dijo Gorinov.
Según OVD-Info, un destacado grupo de derechos humanos que rastrea arrestos políticos, unas 1.100 personas han sido implicadas en casos penales por su postura antibélica desde febrero de 2022. Un total de 340 de ellos están actualmente tras las rejas o han sido internados involuntariamente en instituciones médicas.