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El gobierno del Primer Ministro francés Michel Barnier enfrentará una votación de no confianza en los próximos días después de que él decidiera forzar medidas presupuestarias sin la aprobación parlamentaria.
Barnier activó el artículo 49.3 de la constitución francesa el lunes para aprobar la primera parte de su propuesta de paquete fiscal de €60 mil millones de aumentos de impuestos y recortes de gastos. Carece de mayoría en la Asamblea Nacional.
El partido de oposición de extrema derecha de Marine Le Pen, Rassemblement National, dijo inmediatamente después de la decisión que “votará para censurar al gobierno”.
El partido de extrema izquierda Francia Insumisa también confirmó que presentará una moción de censura en las próximas horas.
Barnier defendió su decisión y pidió a los legisladores franceses que no sumerjan al país en una crisis.
“Hemos llegado a un momento de verdad… ahora le toca a los miembros del parlamento decidir si nuestro país recibe un presupuesto responsable e indispensable o si entramos en territorio desconocido”, dijo.
“He llegado al final del diálogo que era posible con todos los grupos políticos, siempre manteniéndome abierto y escuchando.”
La disputa sobre las medidas presupuestarias ha agitado los mercados franceses en las últimas semanas, empujando brevemente los costos de endeudamiento de París por encima de los de Grecia y afectando el mercado de valores de Francia.
Las acciones francesas cayeron ligeramente el lunes mientras los inversores reaccionaban negativamente a los mayores riesgos políticos, mientras que el euro continuaba debilitándose, bajando un 1 por ciento a $1.047.
Los bonos soberanos del país se debilitaron después de la decisión de Barnier de activar la cláusula constitucional, llevando el rendimiento a 10 años hasta 0.02 puntos porcentuales al 2.92 por ciento, mientras que otros bonos de la Eurozona se recuperaron.
La diferencia con el bono de referencia a 10 años de Alemania, una medida clave de riesgo, alcanzó el 0.88 por ciento, cerca del máximo de 12 años de la semana pasada.
Si el gobierno de Barnier es derrocado esta semana, sería solo la segunda vez que los legisladores franceses toman tal medida desde que se estableció la Quinta República en 1958. También haría que Barnier fuera el primer ministro de menor duración durante el mismo período.
Barnier estuvo el lunes en negociaciones de último minuto sobre el paquete fiscal con el partido de extrema derecha de Le Pen. Pero hasta ahora han resultado infructuosas, a pesar de que Banier cedió en dos de las tres demandas del RN.
Reporte adicional de Ian Smith en Londres