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Eduard Limonov fue un poeta, un punk, un “émigré” ruso y provocador cuyas políticas anti-sistema eventualmente lo llevaron a abrazar tendencias fascistas. El cineasta Kirill Serebrennikov le cuenta a Olivia Salazar-Winspear por qué decidió hacer una “balada” de la vida de Limonov y no una biopic, revelando que el actor británico Ben Wishaw incluso logró engañar a los miembros del equipo ruso con su impresionante encarnación del personaje. Serebrennikov nos cuenta cómo la trayectoria política de Limonov sigue los movimientos de extrema derecha dentro de la Rusia contemporánea y refleja la situación geopolítica en todo el mundo. Y, como inmigrante él mismo, el director galardonado nos dice por qué cree que los intentos de Moscú por silenciar a los artistas rusos significan que el gobierno tiene poco influencia sobre aquellos que lo critican.”