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El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol sobrevivió a una moción de destitución el sábado por la noche después de un acuerdo de último minuto con su partido conservador People Power que llevó a sus miembros a boicotear la votación.
El retiro, que fue recibido con gritos de “¡destituyan a Yoon!” y “¡únanse a la votación!” por parte de los manifestantes reunidos afuera del parlamento, aumentará la agitación política en la cuarta economía más grande de Asia después de una semana tumultuosa que mostró tanto la resistencia como la fragilidad de la democracia surcoreana.
Los partidos de oposición, que controlan 192 de los 300 escaños en la asamblea nacional, estaban seguros a principios de esta semana de que podrían asegurar votos de ocho legisladores del PPP y alcanzar la mayoría de dos tercios requerida para destituir al presidente después de su intento fallido de imponer la ley marcial el martes.
Pero tras una breve disculpa pronunciada por Yoon en un discurso de un minuto el sábado por la mañana, los líderes del PPP dijeron que no apoyarían la moción y abandonaron la cámara de la asamblea nacional.
Tras votar en contra de un proyecto de ley para investigar las acusaciones de manipulación de acciones contra la esposa de Yoon, Kim Keon Hee, todos menos uno de los miembros del caucus del PPP abandonaron la cámara antes de la votación de destitución.
Dos miembros del PPP regresaron a la cámara. Pero el resto se mantuvo alejado, dejando la votación sin resolver durante más de tres horas hasta que el presidente Woo Won-shik finalmente puso fin a la sesión.
“El interés público en este asunto es muy alto. El futuro de Corea está en juego. Es una gran vergüenza que ni siquiera podamos establecer una votación”, dijo Woo a los legisladores durante el enfrentamiento. “¿Qué tan ridículo es decir que Corea, una potencia democrática, ni siquiera puede emitir un voto?”
Un ex funcionario de la administración presidencial de Yoon dijo que el caucus del PPP abandonó la cámara para que los líderes pudieran asegurarse de que los miembros que votaban en una boleta secreta no rompieran filas.
El retiro fue recibido con consternación entre las cientos de miles de personas reunidas afuera del parlamento en la gélida noche del sábado para exigir la destitución de Yoon.
“Estoy tan desconsolado”, dijo Oh Sang-jin, un jubilado de 65 años que asistía a la protesta afuera del parlamento. “Tantas personas han sacrificado sus vidas para democratizar el país, ahora están tratando de retroceder el reloj y permitir la dictadura”.
Los analistas dijeron que Yoon y los líderes del PPP parecían haber llegado a un acuerdo por el cual el presidente cedería la dirección política del país a su partido y acordaría renunciar en el momento que el partido eligiera, a cambio de apoyo en la votación de destitución. El mandato presidencial de Yoon está previsto hasta 2027.
El ex funcionario de Yoon dijo que si bien la mayoría de los conservadores surcoreanos no avalaban las acciones de Yoon esta semana, habían sido “traumatizados” por su experiencia con la destitución de la ex presidenta conservadora Park Geun-hye en 2017, lo que allanó el camino para la elección del predecesor izquierdista de Yoon, Moon Jae-in.
Dándole a Yoon una suspensión de la ejecución, esperaban ganar tiempo para prepararse para una elección presidencial una vez que Yoon eventualmente renunciara, agregó.
Suh Bok-kyung, comentarista político, dijo que era “complaciente” pensar que un acuerdo con Yoon apaciguaría la ira pública.
“Es poco probable que el público acepte cualquier tipo de acuerdo entre bastidores entre Yoon y el partido”, dijo Suh. “Han [Dong-hoon, líder del PPP] puede pensar que tiene control sobre la situación, pero Yoon no es alguien que permitirá que Han dicte las cosas. Una vez que haya pasado el tiempo, hará algo más peligroso para retomar el control”.
Mientras tanto, las protestas continuarán. “No podemos tolerar esto. No podemos retroceder”, dijo Oh. “Lucharemos hasta que Yoon sea destituido.”