La reelección de Donald Trump a la Casa Blanca y su elección para Secretario de Estado, Marco Rubio, prometen complicar aún más la vida de los cubanos de lo que ya es.
“Este es probablemente el momento más difícil de la Revolución Cubana”, dice el ex diplomático cubano, Jesús Arboleya. “Y desafortunadamente, no veo nada en el horizonte que permita tener una visión optimista del futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
“Donald Trump ha entregado la política de Estados Unidos hacia Cuba a aquellos sectores de la derecha cubanoamericana que básicamente han vivido de políticas anti-Castro desde sus orígenes”.
El Sr. Arboleya añade que Marco Rubio, actualmente senador de Estados Unidos por Florida, es la voz líder entre ellos. Es un cubanoamericano que ha estado mucho tiempo en contra del gobierno comunista en La Habana.
“La gente está horrorizada por la idea de otra presidencia de Donald Trump. Esto significa problemas reales”, dice el comentarista político cubano y editor de la revista Temas, Rafael Hernández.
La política actual de Estados Unidos hacia Cuba es “algo esquizofrénica”, argumenta.
“Por un lado, el Departamento de Estado facilita el apoyo al sector privado y [promueve] cambios económicos en Cuba. Pero por otro lado, el Congreso y el Senado parecen congelar cualquier avance en esas reformas”.