El periódico The Guardian informa que Elon Musk puede que no obtenga la mayor autorización de seguridad, debido a su consumo de drogas y contactos con extranjeros.
El empresario espacial Elon Musk es poco probable que reciba autorizaciones de seguridad gubernamentales si las solicitara, incluso cuando su empresa de lanzamiento SpaceX envía cargas militares y de agencias de espionaje al espacio, según un informe del lunes.
El multimillonario, un cercano aliado de Donald Trump, que está listo para unirse a la próxima administración como experto en eficiencia y recientemente se convirtió en la primera persona en superar los $400 mil millones en riqueza personal hecha por sí misma, según informó el Wall Street Journal, ha sido aconsejado por abogados de SpaceX a no buscar autorizaciones de seguridad de más alto nivel debido a su consumo personal de drogas y contactos con extranjeros.
Actualmente, Musk tiene una autorización de “alto secreto” que tardó años en obtener después de que discutió el uso de marihuana en un podcast en 2018 con Joe Rogan, según el medio. Pero eso puede no ser suficiente para tener acceso a información sobre las cargas gubernamentales de Estados Unidos en sus cohetes.
Por lo general, los candidatos que se someten a evaluaciones de seguridad federal por parte del departamento de defensa pueden no recibir autorización si la agencia expresa preocupaciones sobre el uso de drogas o alcohol, conducta criminal, condiciones psicológicas, comportamiento sexual o lealtad a Estados Unidos.
Según el Journal, los abogados de Musk describieron escenarios en los que podría divulgar inadvertidamente secretos a funcionarios extranjeros con los que habla regularmente, incluido el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien se informa que ha estado en contacto regular desde 2022.
El uso de Musk de otra droga semilegal, la ketamina, en busca de lo que sus amigos llaman “creatividad pura”, junto con informes de LSD, éxtasis y hongos mágicos, también podría ser un problema.
Los abogados de Musk le dijeron al Journal que había “hechos falsos” en un informe del WSJ sobre los patrones de drogas de Musk y que es “regularmente sometido a pruebas de drogas en SpaceX y nunca ha fallado una prueba”.
Los abogados y ejecutivos de SpaceX concluyeron que si la empresa buscaba un nivel de autorización más alto del que Musk tiene actualmente, corría el riesgo de ser rechazado y potencialmente despojado de las autorizaciones que tiene en la actualidad.