La FSB dijo que el sospechoso había sido “garantizado” una recompensa de $100,000 y permiso para mudarse a la Unión Europea a cambio de matar a Kirillov.
Añadió que, siguiendo las instrucciones de Ucrania, llegó a Moscú y recibió un dispositivo explosivo casero.
Colocó el dispositivo explosivo en un patinete eléctrico, que aparcó en la entrada del edificio residencial donde vivía Kirillov, según la FSB.
Luego alquiló un coche para vigilar la residencia de Kirillov e también instaló una cámara que transmitía en vivo un video desde el sitio a sus supervisores en la ciudad ucraniana de Dnipro.
Cuando vieron a Kirillov salir de la casa, el sospechoso detonó la bomba, dijo el comunicado.