Legisladores alemanes respaldan plan para proteger al tribunal supremo contra la intromisión de autoritarios y extremistas.

Los legisladores alemanes aprobaron el jueves una legislación destinada a proteger al tribunal constitucional del país contra posibles manipulaciones o obstrucciones futuras por parte de políticos autoritarios o extremistas. Los funcionarios han citado experiencias en Polonia, Hungría y en otros lugares como ejemplos que ilustran la necesidad de fortalecer el Tribunal Constitucional Federal. La medida fue elaborada por los tres partidos de la coalición de gobierno que colapsó el mes pasado y la oposición conservadora principal. En lo que se espera que sea una de sus últimas sesiones antes de ser disuelto antes de unas elecciones anticipadas en febrero, la cámara baja del parlamento, o Bundestag, respaldó el plan con 600 votos a favor y 69 en contra. La legislación está destinada a anclar las reglas fundamentales del tribunal en la constitución. Eso significa que en el futuro se necesitaría una mayoría parlamentaria de dos tercios para cambiarlas, en lugar de una mayoría simple. “Vemos que cuando miramos al extranjero, cuando los autócratas llegan al poder, casi siempre se vuelven primero contra la efectividad y la independencia de la justicia”, dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser, a los legisladores. No nombró países, pero los partidarios han señalado a Polonia en particular como un ejemplo aleccionador. El antiguo gobierno conservador nacionalista de ese país intentó establecer control sobre el Tribunal Constitucional. El Tribunal Constitucional Federal de Alemania, con sede en la ciudad del suroeste de Karlsruhe, es llamado frecuentemente a actuar como el árbitro final sobre políticas. Tiene dos paneles de ocho jueces cada uno, que sirven un único mandato de 12 años. Esos requisitos se anclarán en la constitución, al igual que el límite de edad superior de 68 años para los jueces y otras reglas. El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, que ha estado obteniendo hasta un 20% en las encuestas recientes, argumenta que los partidos principales simplemente están tratando de consolidar su influencia sobre el tribunal. La mitad de sus jueces son elegidos por el Bundestag y la otra mitad por la cámara alta del parlamento, que representa a los 16 gobiernos estatales de Alemania. Los candidatos son propuestos por partidos políticos y necesitan una mayoría de dos tercios para ser elegidos, lo que se supone que garantiza un equilibrio y efectivamente descarta figuras altamente polarizadoras. La reforma también incluye una solución alternativa en el caso de que minorías obstruccionistas bloqueen la elección de jueces. Eso permitiría al Bundestag elegir jueces si la cámara alta no lo hace, o viceversa.

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