¿Cómo influirá la IA en la educación superior en 2025?

How can AI enhance student learning and support faculty research? How can we ensure that AI tools are used ethically and equitably? How can we prepare students for a future where AI is ubiquitous in the workplace? These are just a few of the questions we are asking as we navigate the complex landscape of AI in higher education.

In 2025, higher education institutions will need to be proactive in addressing these questions and developing comprehensive AI strategies that align with their educational missions. This will require collaboration across departments, transparency in decision-making, and a commitment to ongoing evaluation and improvement. By asking the hard questions and engaging in thoughtful dialogue, colleges and universities can harness the power of AI to enhance teaching, learning, and research in the years to come.

En 2025, anticipamos que continuaremos haciendo lo que la educación superior sabe hacer tan bien, y es seguir formulando las preguntas difíciles.

José Antonio Bowen, miembro senior de la Asociación Americana de Universidades y Colegios

Como cualquier tecnología nueva, la inteligencia artificial (IA) viene con tanto potencial como problemas. Si el profesorado adopta un enfoque pasivo, podríamos terminar con más trampas (y menos aprendizaje), menos contacto con los estudiantes (ya que los chatbots de IA reemplazan el contacto humano y los módulos de IA hacen más enseñanza) y más inequidad (especialmente a medida que el mercado laboral sigue favoreciendo a aquellos capaces de utilizar la IA de manera efectiva y la IA continúa desplazando a los internos).

La falta de salvaguardias y el uso inapropiado ya han llevado a tragedias, y ni el “simplemente di no” ni el “resuélvelo por ti mismo” serán suficientes.

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Utilizada correctamente, la IA podría reducir la inequidad y el sesgo. Los humanos podrían tener dificultades para no bajar las calificaciones en trabajos que no estén de acuerdo con nosotros o inclinarse hacia candidatos que compartan un enfoque metodológico, pero la IA solo necesita instrucciones para alterar los sesgos conocidos. La IA también hace mucho más fácil personalizar tareas y dar apoyo. La clave aquí es reconocer dónde la IA podría ser capaz de apoyar el trabajo del profesorado (análisis de aprendizaje e informes de acreditación) para crear más tiempo para las relaciones humanas con los estudiantes.

Mark McCormack, director senior de investigación e información en Educause

Mientras miramos hacia 2025, anticipamos que las conversaciones sobre la IA y las herramientas tecnológicas educativas en la educación superior se centrarán en una exploración en torno al uso ético y al impacto significativo y medible de estas tecnologías.

Las tecnologías de IA están expandiendo rápidamente su papel en el aula, con el potencial de transformar la enseñanza y el aprendizaje y la experiencia del estudiante de manera profunda, tanto positiva como negativa. A medida que navegamos por estos roles en expansión, las instituciones de educación superior necesitarán actualizar regularmente sus pautas y políticas para alinearse con las expectativas y regulaciones sociales más amplias sobre el uso de estas tecnologías.

Quizás aún más importante y desafiante, las instituciones deberán profundizar en lo que significan estas tecnologías para cómo pensamos sobre la educación y ser proactivos en alinear la adopción de estas tecnologías con la misión y los objetivos de la institución. Las instituciones también tendrán que ayudar a su personal, profesorado y estudiantes a ser usuarios más conscientes y responsables mediante la provisión de formación en alfabetización digital, recursos sólidos y estrategias innovadoras para aprovechar la IA para mejorar la pedagogía y los resultados de los estudiantes.

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Claire L. Brady, presidenta de Glass Half Full Consulting, LLC

Las instituciones se centrarán en maximizar el valor de sus inversiones en IA, utilizando información basada en datos para refinar sus aplicaciones y garantizar resultados medibles en la enseñanza, el aprendizaje y el éxito estudiantil.

El enfoque no solo estará en cómo la IA mejora las operaciones, sino también en cómo crea experiencias educativas equitativas y personalizadas. Las herramientas impulsadas por IA jugarán un papel crítico en adaptar los caminos académicos, identificar a los estudiantes en riesgo más temprano y fomentar entornos más inclusivos que satisfagan las diversas necesidades de los estudiantes. Las instituciones más exitosas serán aquellas que creen marcos para la integración de la IA que mejoren en lugar de reemplazar los elementos humanos de la educación, convirtiendo lo que alguna vez se vio como una amenaza para la integridad académica en un catalizador para experiencias de aprendizaje más personalizadas, atractivas y efectivas.

Al mismo tiempo, la rendición de cuentas y la gobernanza ética tomarán el escenario central. Con la integración generalizada de la IA en los procesos de toma de decisiones, las instituciones tendrán que lidiar con preguntas sobre transparencia, mitigación de sesgos y sostenibilidad a largo plazo. Los interesados, incluidos estudiantes, profesorado y responsables políticos, exigirán claridad sobre cómo funcionan los sistemas de IA, cómo se utilizan los datos y cómo se alinean estas herramientas con las misiones institucionales. Surgirán marcos regulatorios y estándares de la industria para guiar el uso responsable de la IA, asegurando que mejore, no erosione, la integridad académica, la privacidad de los estudiantes y la confianza institucional.

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Mejora de la educación en salud, resultados para pacientes

En 2025, las conversaciones sobre herramientas de IA en la educación superior se centrarán en su potencial transformador para capacitar a los estudiantes para aprovechar enfoques mejorados por la tecnología que contribuyan a mejorar los resultados en la atención de la salud.

Estas innovaciones elevarán la experiencia de aprendizaje, equipando a los estudiantes con el conocimiento y la confianza necesarios para sobresalir en roles de atención de la salud en evolución. En la Universidad de St. Augustine para Ciencias de la Salud, estamos liderando este cambio incorporando simulaciones y chatbots impulsados por IA, realidad virtual y tecnologías de monitorización remota de pacientes para mejorar la formación y fortalecer la preparación clínica.

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