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Stellantis ha revertido su decisión de despedir a aproximadamente 1,100 empleados en una planta de Jeep en Ohio menos de tres semanas después de la repentina renuncia del CEO Carlos Tavares, anunció el fabricante de automóviles franco-italiano el sábado por la noche.
La compañía ha decidido no poner a ningún empleado en suspensión laboral indefinida a partir del 5 de enero debido a una reducción de turnos previamente anunciada y en su lugar extenderá una notificación de ajuste y reentrenamiento laboral, dijo un portavoz de la empresa en un comunicado por correo electrónico.
Se espera que los empleados regresen al trabajo según lo programado después del año nuevo, dijo el portavoz.
La salida de Tavares fue desencadenada por objetivos considerados poco realistas o destructivos por algunos miembros del consejo, dijeron fuentes a Reuters después de su repentino caída del timón del cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo, cuyas marcas incluyen Jeep, Ram, Fiat y Peugeot.
El mes pasado, Stellantis anunció planes para despedir empleados en la Planta de Ensamblaje de Toledo South, que fabrica el Jeep Gladiator, en un esfuerzo por mejorar la eficiencia y reducir el inventario en sus operaciones en América del Norte.
La empresa matriz de Chrysler enfrenta una disminución de las ventas en América del Norte, que históricamente ha generado ganancias sustanciales gracias a las ventas de sus populares vehículos Jeep y Ram. La empresa ha intensificado su énfasis en la reducción de costos bajo la dirección de Tavares.
Stellantis dijo el mes pasado que 400 trabajadores en una instalación de piezas automotrices en Detroit perderían indefinidamente sus empleos. En agosto, dijo que estaba despidiendo hasta 2,450 trabajadores en una instalación de Michigan al finalizar la producción de la camioneta Ram 1500 Classic.
Aunque la empresa ha reducido su fuerza laboral asalariada a través de jubilaciones voluntarias, los recortes de empleos entre sus trabajadores de fabricación representados por el sindicato United Auto Workers han sido los que más han llamado la atención de los políticos.
El presidente de UAW, Shawn Fain, ha amenazado con una huelga nacional en las instalaciones, alegando que Stellantis no ha cumplido con las promesas que hizo con el sindicato.
Stellantis ha dicho que está cumpliendo con los términos del contrato.
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