After the House passed a shutdown-averting spending bill on Friday, Speaker Mike Johnson expressed relief to reporters, stating that President-elect Donald Trump was pleased with the outcome. However, it soon became apparent that Trump was far from happy with the funding deal and Johnson’s handling of the situation. Trump felt blindsided by the initial deal Johnson made with Democrats and was disappointed that he did not get the debt ceiling hike he wanted. This left the incoming administration questioning Johnson’s ability to manage an even slimmer majority next year.
Various sources close to Trump revealed that he was upset and questioned Johnson’s honesty and strength. The future of Johnson as speaker now hinges on Trump’s perception of him. Without Trump’s endorsement and active support, it is unlikely that Johnson will retain his position. As of now, Trump is observing the situation and considering whether to support Johnson or not.
Trump’s frustration with Johnson began before the recent events in Washington. Trump had expressed the importance of raising the debt ceiling quickly after the election to avoid giving Democrats leverage to oppose his agenda. Hill Republicans argue that Trump did not clearly endorse attaching the debt ceiling bill to the year-end spending package until the last minute. Johnson’s deal with Democrats, which included unrelated measures, further escalated tensions between Trump and Johnson.
After the failure of the initial deal and a subsequent failed Plan B proposal, Trump’s team felt that Johnson had made Trump look foolish. Despite the opportunity to force Democrats into a debt ceiling deal through a holiday-season shutdown, Johnson opted to avoid a shutdown to ensure a smooth transition for the incoming administration. Ultimately, Johnson had to put together a new spending bill that did not include Trump’s debt ceiling demand. Trump decidió mantenerse al margen de la situación, y pasó 366-34 – con la ayuda de 196 demócratas. El destino de Johnson en juego. Johnson ha sido subestimado a lo largo de sus 13 meses en el cargo – no solo por sus enemigos declarados, sino también por otros republicanos de alto rango que han estado prediciendo su caída durante meses. Cada vez, con el apoyo de Trump, Johnson pudo sobrevivir. Esta vez se siente diferente. Y no podría llegar en un peor momento, con menos de dos semanas hasta la votación crítica del 3 de enero para la presidencia. Aquellos cercanos a Trump no esperan que el presidente electo llame abiertamente a Johnson a irse, aunque eso todavía podría suceder. Lo que parece más probable es que, si Trump decide que prefiere a un socio diferente liderando la Cámara, simplemente deje que Johnson flaque mientras lucha por obtener 218 votos. La mejor esperanza de Johnson descansa en el calendario y el reloj. Trump, me dicen, es consciente de que una batalla fea y prolongada por la presidencia podría frenar el impulso de su agenda, dejando la Cámara en estado de parálisis, tal como sucedió después de la destitución de Kevin McCarthy el año pasado. Dos asesores republicanos de alto rango dijeron este fin de semana que sin un presidente electo, la certificación de la victoria de Trump el 6 de enero se retrasará. Además, Trump está ansioso por comenzar a avanzar en su agenda legislativa tan pronto como sea investido, con la esperanza de firmar un proyecto de ley fronterizo dentro de 30 días. “El presidente reconoce que la dificultad de elegir un presidente en este momento – cualquier presidente – no es fácil”, dijo uno de los confidentes de Trump. Por lo tanto, Trump ha decidido mantener su pólvora seca mientras las cosas se desarrollan – intencionalmente, me dicen. Mientras que algunos en la esfera MAGA están furiosos con Johnson, figuras clave como el senador Ted Cruz (R-Texas) están expresando su apoyo en su favor. El destino del presidente podría depender en última instancia del instinto de Trump. Como el presidente electo le dijo a Fox News en medio de todo el drama, Johnson “fácilmente seguirá siendo presidente” si actúa “decisiva y duramente”. La realidad es esta: Trump ahora lo ve como vacilante y débil. Enlace de origen.