Los oficiales kenianos dicen que algunas de sus fuerzas adicionales, que han sido muy retrasadas, llegarán a finales de este año, llevando su total a 1,000. Y el apoyo es urgentemente necesario. Hay áreas en Port-au-Prince que están bajo un control de pandillas tan estricto que son virtualmente impenetrables para la policía. En una de esas áreas, Wharf Jérémie, casi 200 civiles fueron asesinados por una sola pandilla durante un fin de semana a principios de diciembre. En total, se estima que operan hasta 100 pandillas en el área de Port-au-Prince, con niños de tan solo nueve años uniéndose a sus filas. Y el problema parece estar creciendo. Según la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, el número de niños reclutados por las pandillas ha aumentado un 70% en un año. Uno de los líderes de pandillas a los que acuden es Ti Lapli, cuyo nombre real es Renel Destina. Como jefe de la pandilla Gran Ravine, comanda a más de 1,000 hombres desde su fortaleza en lo alto de Port-au-Prince. Pandillas como la suya han exacerbado una situación ya desesperada en Haití, y se sabe que masacran, violan y aterrorizan a los civiles. Gran Ravine es famoso por llevar a cabo secuestros por rescate, una práctica que ha hecho que Ti Lapli figure en la lista de buscados del FBI.