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El auge de la industria cripto en los últimos años ha captado la atención de todos y ha hecho que la gente se pregunte y se pregunte qué podría venir a continuación para estos controvertidos activos. Hay un número creciente de traders e inversores con fondos vinculados a criptomonedas, y todos quieren saber qué esperar para poder tomar decisiones más informadas y aumentar sus retornos. Por lo tanto, tratar de predecir el rendimiento de los precios futuros de diferentes criptomonedas se ha convertido en una práctica común hoy en día. Desde simples entusiastas de las criptomonedas hasta expertos financieros versados, todos aportan su granito de arena e intentan anticipar las tendencias futuras.
Sin embargo, las opiniones sobre este tema varían ampliamente, con algunos previendo un mayor crecimiento y otros promoviendo narrativas sombrías de un declive dramático. Entonces, ¿dónde radica la verdad? Desafortunadamente para todos los involucrados en este interminable intento, la mayoría de las predicciones se quedan cortas de la realidad y resultan ser muy poco confiables.
Ciertamente es más fácil hacer estimaciones más veraces en el caso de activos más establecidos como Bitcoin y Ethereum que tienen una historia más larga detrás de ellos, si es que incluso podemos decir eso sobre las criptomonedas. Pero cuando se trata de monedas más nuevas como Render, casi se siente como disparar flechas en la oscuridad. Hacer una predicción precisa del precio de Render es tanto una cuestión de suerte como de investigación.
No se trata de que los valores proyectados coincidan perfectamente con la realidad. Nadie espera que este nivel de precisión sea posible, pero a veces las previsiones están tan lejos de la realidad que hacen que uno cuestione cada predicción que encuentra. Esta desconcertante situación requiere una exploración más profunda de las razones por las cuales predecir los precios y el rendimiento de las criptomonedas es tan difícil, a pesar de los mejores esfuerzos e intenciones de los analistas.
Una industria incipiente
En comparación con activos convencionales que han existido durante décadas o incluso siglos, la existencia de las criptomonedas en la forma que las conocemos hoy se extiende a un período de tiempo muy corto. Su viaje comenzó hace solo 15 años, con el nacimiento de Bitcoin. ¿Cómo se relaciona esto con la precisión de la predicción? Todo se reduce al hecho de que no sabemos mucho sobre las criptomonedas y no tenemos suficientes datos históricos en los que basar nuestras proyecciones.
No ha pasado suficiente tiempo para recopilar suficiente información y observar patrones y ciclos claros que puedan brindarnos una visión de cómo podrían reaccionar los activos digitales en diferentes circunstancias. En ausencia de indicadores confiables para guiar las predicciones, solo se puede especular en función de lo que hemos visto en los pocos años que hemos estado siguiendo los movimientos de las criptomonedas.
Con activos de larga data, la sabiduría extraída de las lecciones del pasado puede servir como una luz guía, pero con las criptomonedas, la escasez de datos no ofrece fundamentos sólidos para realizar un análisis adecuado y proponer escenarios potenciales.
Volatilidad desenfrenada
Otra consecuencia directa de la inmadurez del mercado es la extrema volatilidad. Aunque todos los mercados experimentan ciclos regulares de alza y baja, los activos que aún están en sus primeras etapas de desarrollo, como las criptomonedas, son mucho más inestables y, por lo tanto, propensos a sufrir fluctuaciones de precios repentinas y pronunciadas.
La historia de precios de Bitcoin ofrece los ejemplos más relevantes en este sentido: en junio de 2011, la moneda se desplomó un 99%, en abril de 2013 vimos una caída del 83%, y durante el último invierno cripto, cayó un 16% en una sola semana. Pero también hemos sido testigos del salto original de la criptomoneda de precio varias veces a lo largo de su existencia, pasando de $13 a principios de 2013 a más de $100 en abril y por encima de $200 en octubre. Estos son solo algunos ejemplos de cómo los activos digitales pueden apreciarse o depreciarse rápidamente, sin previo aviso.
El futuro es incierto y las cosas pueden cambiar en cualquier momento, por lo que esta volatilidad hace que la investigación de los analistas sea bastante inútil ya que ninguno de ellos puede mirar en una bola de cristal cripto y prever estos cambios inesperados.
Una multitud de factores influyentes
Anteriormente se creía que, al estar construidas sobre tecnología blockchain y poder prescindir de intermediarios y evitar controles centralizados, Bitcoin y las altcoins también eran inmunes a factores externos. Ese mito ha sido desacreditado hace mucho tiempo. En primer lugar, los gobiernos han renunciado a su postura neutral y están interfiriendo activamente en el mercado cripto dada su creciente aceptación en las finanzas convencionales. Muchos países de todo el mundo han desarrollado e introducido disposiciones legales para aclarar el estado y regular el uso de criptomonedas en sus jurisdicciones.
Pero incluso si las criptomonedas estuvieran libres de la interferencia de los gobiernos y los reguladores, todavía hay muchos otros eventos y elementos que afectan su valor. Es importante entender que aunque las criptomonedas residen exclusivamente en el ámbito virtual, no existen en una burbuja. Por el contrario, están vinculadas a una amplia gama de factores internos y externos, lo que hace virtualmente imposible hacer un seguimiento de todas las variables que afectan su trayectoria y prever los cambios que podrían provocar. Estos incluyen la estructura y utilidad del proyecto, la oferta y la demanda en el mercado, las narrativas en las redes sociales, las criptomonedas competidoras y las condiciones económicas.
Además, los anuncios y eventos políticos también pueden desencadenar cambios de precio significativos. La apreciación de Bitcoin en la previa de las elecciones presidenciales de EE. UU. y el período posterior proporciona el ejemplo más relevante de cómo las criptomonedas se ven afectadas por lo que está sucediendo en el escenario mundial.
Pensamientos finales
La experiencia que hemos tenido con las criptomonedas desde su surgimiento demuestra que son un hueso duro de roer cuando se trata de hacer pronósticos. ¿Significa esto que deberíamos dejar de verificar o confiar en las predicciones cripto por completo? No exactamente. Los traders e inversores deben mantenerse al tanto de los indicadores clave para ver hacia dónde sopla el viento y tener en cuenta diferentes escenarios potenciales. Sin embargo, se debe tomar estas narrativas con cautela y darse cuenta de que no hay garantía de que las proyecciones presentadas por los analistas se cumplan. Mantener expectativas realistas y estar preparado para lo inesperado es el enfoque más sensato al tratar con criptomonedas.
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