Investing.com — Se espera que el sector de defensa europeo mantenga su prima de valoración sobre el mercado en general hasta 2025, impulsado por las crecientes presiones de gasto militar derivadas de factores geopolíticos, particularmente la influencia del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Los analistas de BofA Securities indican que Trump instó a los miembros de la OTAN a aumentar el gasto en defensa al 5% del PIB.
Según BofA Securities, el enfoque de la OTAN en fortalecer capacidades en defensa aérea, sistemas de armas ofensivas y disuasión nuclear, combinado con compromisos presupuestarios crecientes, subraya una perspectiva favorable para las empresas de defensa europeas.
Los recientes movimientos de la alianza para aumentar los objetivos de gasto al 3% del PIB, junto con el impulso de Trump por compromisos más sólidos, señalan un cambio que probablemente mantendrá valoraciones más altas para la industria.
Las mayores demandas de gasto se producen en medio de tensiones geopolíticas crecientes, especialmente en Europa del Este y las regiones árticas.
Actualmente, las empresas de defensa europeas cotizan a una prima modesta sobre sus contrapartes estadounidenses, un cambio respecto a las normas históricas cuando generalmente se quedaban rezagadas. Los analistas atribuyen este cambio a una trayectoria de crecimiento mejorada y al reconocimiento creciente del papel clave de Europa en la dinámica de seguridad global.
Las valoraciones más altas reflejan el optimismo sobre el potencial de ganancias del sector y su capacidad para capitalizar los presupuestos en expansión en los países de la OTAN.
Además, la aparición de nuevas empresas de tecnología de defensa está alterando el panorama competitivo en ambos lados del Atlántico. Empresas como Helsing en Europa y Anduril en los EE. UU. desafían cada vez más a los contratistas de defensa tradicionales con ofertas innovadoras, como tecnologías de enjambres de drones y sistemas de municiones de precisión.
Los analistas de BofA señalan esta tendencia como una dimensión importante de la dinámica futura de la industria, con nuevos participantes inyectando un impulso fresco en el sector.
En general, la combinación de presiones geopolíticas, cambios de política dentro de la OTAN y avances tecnológicos disruptivos establece un escenario de apoyo para la industria de defensa europea.
BofA Securities proyecta que la sólida valoración premium del sector persistirá hasta 2025, respaldada tanto por imperativos estratégicos como por la confianza del mercado en la resiliencia y adaptabilidad de la industria.