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El mundo superó los 1.5°C de calentamiento el año pasado por primera vez, según agencias internacionales líderes, ya que un aumento “extraordinario” en la temperatura promedio global generó temores de que el cambio climático se esté acelerando más rápido de lo esperado.
La agencia de observación Copernicus de Europa confirmó el viernes que el 2024 fue el año más caluroso registrado, con temperaturas superficiales promedio 1.6°C por encima de los niveles preindustriales después de que las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord.
Fue el primer año calendario en el que las temperaturas promedio superaron el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento desde la época preindustrial a menos de 2°C y de preferencia a 1.5°C.
“Sinceramente, me estoy quedando sin metáforas para explicar el calentamiento que estamos viendo”, dijo el director de Copernicus, Carlo Buontempo.
Agregó que una serie de desastres climáticos el año pasado, que van desde inundaciones hasta olas de calor, no fue una anomalía estadística, sino claramente vinculada al cambio climático impulsado por el aumento de dióxido de carbono y metano.
Copernicus dijo que los años de 2015 a 2024 fueron los 10 más calurosos registrados.
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La liberación coordinada de datos del 2024 de seis organizaciones de monitoreo climático se produce días antes de que se espere que el presidente electo Donald Trump retire a EE. UU. del acuerdo de París para abordar el cambio climático.
Algunas empresas en todo el mundo también han comenzado a debilitar los objetivos climáticos y revertir los esfuerzos verdes.
“Alcanzar 1.5°C es como ver caer el primer dominó en una devastadora reacción en cadena”, dijo Patrick McGuire, investigador climático en la Universidad de Reading. “Estamos jugando con fuego. Cada fracción de grado desata tormentas más intensas, sequías más largas y olas de calor más mortales.”
Los últimos datos no representan una violación definitiva del acuerdo de París, cuyos objetivos se refieren a promedios de temperatura medidos durante más de dos décadas.
Pero las preocupaciones de que el cambio climático haya ganado ritmo han sido avivadas por la evidencia de que los océanos del mundo se han enfriado más lentamente de lo esperado después del efecto de calentamiento natural de El Niño en el Océano Pacífico.
“Lo más sorprendente es lo mucho más cálido que fue el 2024 y gran parte del 2023”, agregó Tim Lenton, presidente en cambio climático y ciencia del sistema terrestre en la Universidad de Exeter.
“Esto es una clara señal de desestabilización en el clima: un sistema menos estable experimenta fluctuaciones más grandes y persistentes.”
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El cambio climático inducido por el ser humano fue el principal impulsor de las temperaturas extremas del aire y la superficie del mar en el 2024, dijo Copernicus, mientras que otros factores como El Niño, que oficialmente terminó en junio pasado, también contribuyeron.
Se espera que este año sea más fresco que el 2024, en parte debido al impacto disminuido de El Niño, que es cíclico. El comienzo de un ciclo de enfriamiento débil de La Niña fue confirmado el jueves por la agencia meteorológica de EE. UU.
Pero Samantha Burgess, en el Centro Europeo para Pronósticos Meteorológicos de Rango Medio, dijo que probablemente seguirá siendo uno de los tres más calurosos registrados.
“Ahora estamos viviendo en un clima muy diferente al que experimentaron nuestros padres y abuelos”, dijo, agregando que probablemente han pasado 125,000 años desde que las temperaturas han sido tan altas como lo son hoy.
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Copernicus dijo que el 2024 fue el año más cálido registrado para todas las regiones continentales, excepto la Antártida y Australasia, así como para “partes significativas” de los océanos del mundo, especialmente el Atlántico norte, el Índico y el Pacífico occidental.
Los niveles globales de agua atmosférica en el 2024 alcanzaron niveles récord, un 5% por encima del promedio de 1991-2020, alimentando “olas de calor y eventos de lluvias intensas sin precedentes, causando miseria para millones de personas”, dijo Burgess.
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