Trump ha prometido negociar un fin a la guerra en Ucrania poco después de asumir el cargo el 20 de enero y ha expresado escepticismo sobre el apoyo militar y financiero de EE. UU. a Kiev.
“El presidente Putin quiere reunirse”, dijo el jueves.
“Él ha dicho eso incluso públicamente y tenemos que terminar esa guerra. Es un desastre sangriento”.
Trump ha nominado a Keith Kellogg, ex asesor de seguridad nacional y teniente general retirado de EE. UU., para ser enviado especial a Ucrania y Rusia para su segunda administración.
Kellogg presentó sus ideas sobre cómo EE. UU. podría poner fin a la guerra en un documento de investigación publicado por el Instituto de Política Primero América, un think tank pro-Trump, en abril del año pasado.
Propuso que Ucrania solo debería recibir más ayuda de EE. UU. si aceptaba participar en conversaciones de paz con Moscú.
El documento también sugirió, sin embargo, que si Moscú se negaba a participar, entonces EE. UU. debería continuar con su ayuda a Ucrania.
Tras la victoria electoral de Trump en noviembre, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo que creía que, con Trump como presidente, la guerra “terminaría antes” de lo que lo haría de otra manera.
Dijo que ambos habían tenido un “intercambio constructivo” por teléfono, aunque no dijo si Trump había hecho alguna demanda con respecto a posibles conversaciones con Rusia.