His latest single, ‘Flicker and Fade,’ showcases Armstrong’s thoughtful songwriting and emotive vocals. The track is a reflection on the fleeting nature of life and the passage of time, delivered with a sense of melancholy and introspection. With lush instrumentation and a haunting melody, ‘Flicker and Fade’ is a captivating listen that draws the listener in with its raw emotion and evocative storytelling.
Armstrong’s music is a blend of folk, rock, and indie influences, creating a sound that is both timeless and contemporary. His lyrics are poetic and observant, exploring themes of love, loss, and the human experience with a keen eye for detail. ‘Flicker and Fade’ is a testament to Armstrong’s talent as a songwriter and musician, and a promising preview of what’s to come from this talented artist.
Stay tuned for more music from Tristan Armstrong as he continues to share his unique perspective and compelling sound with audiences around the world.
With a mission to create music that transcends borders and unites people through shared experiences, THEKOIWAY continues to push boundaries and challenge norms in the music industry. Their dedication to authenticity and storytelling shines through in every performance and release, making them a band to watch in the global music scene.
Su lanzamiento está acompañado por un maxi sencillo que lleva el mensaje aún más lejos: una nueva versión en inglés de la canción y remezclas de alta calidad realizadas por los productores con sede en Nueva York, Dough Juan y Jerumatic.
“¿Qué estamos haciendo para romper las cadenas de la opresión y permitir que almas diversas respiren libremente en un mundo tan absurda y gris?” Esta es la pregunta que late en el corazón de “El Juego de la Vida”.
Jordan Duffy es una cantante, compositora, productora y ingeniera de sonido senior cuyo sonido se extiende a través de múltiples géneros como indie, pop, americana y alternativo. La artista está influenciada por artistas como Adele, Lake Street Dive, Yola y Charlie XCX, entre otros. Originaria de Worcester, Massachusetts, comenzó su carrera musical escribiendo canciones sobre desamores en bares, empoderamiento femenino, sapos explosivos, aventuras de una noche y amantes zombis. A los 18 años, su primer concierto profesional fue teloneando al guitarrista de The Allman Brothers Band, Dickie Betts. Fue en la universidad donde descubrió su rango vocal de 4 octavas mientras estudiaba y actuaba en ópera. Continuó su educación y consiguió un papel como la primera ingeniera de sonido femenina en Earwolf/Stitcher Podcasts. Allí tuvo la oportunidad de cantar para Weird Al Yankovic, hacer su propia versión de “Total Eclipse of the Fart” en “The Office Ladies” y ser la vocalista de la canción tema del podcast “Just Between Us”. Incluso podrías reconocerla (y su risa) como Ingeniera Jordan del podcast “Best Friends”.
Su nuevo sencillo “Not Your Dream Girl” fue escrito mientras veía la película “Sixteen Candles”. Jordan Duffy pensó, ‘¿qué pasaría si estas películas de John Hughes no tuvieran un final feliz, cómo sonaría una canción así?’. La historia del video, ideada por el equipo de producción Painfully Creative, muestra a un alienígena espiando a Jordan siendo rechazada por su amor platónico del instituto, luego ese alienígena finge ser ese amor platónico para conquistar a Jordan. Usando “If You Were Here” de Thompson Twins como inspiración, la productora Party Nails y Jordan Duffy crean una canción pop triste y sintetizada moderna de los años 80 a la que no puedes dejar de bailar. Ella comparte: “Esta canción está escrita sobre un amigo del que me gustaba, pero sabía que no llegaría a más. Siempre lo vi como mi Jake Ryan. Él no sabe y nunca sabrá que esta canción fue escrita sobre él. Pero se ha convertido en una de mis canciones favoritas que he escrito”.
Cuando era niña, Camille Schmidt se sentaba en la mesa de la cocina con los modelos que posaban desnudos en el estudio de arte de sus padres. A veces se preguntaba por qué, al final de estas sesiones de dibujo de la vida, las pinturas del cuerpo femenino en su forma más vulnerable recibían un título impersonal como “Chica con Perros #3” o “Mujer Durmiendo #7”. En su álbum debut Nude #9, Schmidt representa retratos reveladores y personales, de ella misma, su familia y amantes pasados y futuros. Mezclando de manera fluida los sonidos de synth-pop, folk y punk, el álbum debut de Schmidt es un retrato arrebatador de una cantautora que realiza su máximo potencial.
La cantante y compositora con sede en Brooklyn abrió el libro de canciones de folk-rock en su EP debut Good Person, lanzado el pasado junio. Mientras el sencillo destacado “Your Game” era una despedida queer ambientada en el sonido animado de leyendas del alt-country como Lucinda Williams y Alison Krauss, había un poder suave en su enfoque melancólico sobre el desamor en “Bumblebee Drinks Lavender”. Estas seis canciones, que mostraban la capacidad distintiva de Schmidt para equilibrar un sentido del humor inmanente con momentos de autocrítica silenciosamente devastadora, insinuaban algo más grande que la suma de sus partes de folk-rock.
En Nude #9, a pesar de ampliar su conjunto, Schmidt suena más presente que nunca, la honestidad implacable de sus letras en primer plano. Ampliando su paleta para incluir paisajes sonoros ambientales llenos de estrellas y ritmos pulsantes de post-punk mientras profundiza en el romance, la sexualidad, la amistad y su propio sentido de sí misma, Nude #9 es sincero y caprichoso, hilarante y profundamente sentido.
Una escucha de “XOXO” revela un lado emocionante y nuevo de las vocales de Schmidt: la canción comienza con una caja de ritmos y un sintetizador ligero como una pluma, antes de presentar su voz, distorsionada con procesamiento vocal pero de alguna manera más fuerte por sus deformaciones digitales. Estas capas de manipulación electrónica son como una armadura, una protección mientras ella revela las grietas de sus pensamientos internos, ya sea sobre criar a un hijo con su mejor amigo o el “demonio en mi habitación” al que se enfrenta cuando está completamente sola. “RIP the girl I was playing”, canta mientras la instrumentación detrás de ella comienza a retorcerse y duplicarse sobre sí misma, mitad mujer, mitad máquina, mientras aniquila a los fantasmas de su yo anterior.
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