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A los 88 años, el Papa Francisco es el pontífice más longevo en más de un siglo. Sin embargo, después de una cirugía importante en 2023 y problemas persistentes en la rodilla que requieren el uso de una silla de ruedas, no muestra signos de querer renunciar. Ahora, ha decidido que una autobiografía, originalmente planeada para ser publicada después de su muerte, saldrá a la luz para coincidir con el Año Jubilar que ha convocado para la Iglesia Católica Romana en 2025.
Como la primera memoria escrita por un papa en funciones, “Hope” es el sueño de cualquier editor, con una rica historia que culmina en la elección de Francisco en 2013. Narra cómo, como Jorge Bergoglio, nieto de inmigrantes italianos en Argentina, creció en una familia extensa, amaba el fútbol y el tango (que él llama “un diálogo emocional y visceral que proviene de lejos, de raíces antiguas”), estudió química, luego se unió a la orden de los jesuitas y se convirtió en sacerdote. Después de coquetear con el peronismo y soportar la junta argentina, se convirtió en el cardenal arzobispo de Buenos Aires. Luego, justo cuando estaba planeando su retiro, Benedicto XVI renunció y fue elegido como su sucesor.
Cualquier cónclave, como aquellos que han visto la reciente película sabrán, es dramático, pero la elección papal de 2013 fue particularmente así. Aunque Bergoglio quedó en segundo lugar en 2005 cuando fue elegido Benedicto XVI, la mayoría de la gente había olvidado o asumido que los cardenales elegirían a alguien más joven, y no a un hombre del otro lado del mundo.
Pero más que ese momento histórico, Francisco comienza con sus abuelos y padre emigrando de Italia a Argentina en la década de 1920, después de evitar por poco subirse a un barco que posteriormente se hundió.
No está tanto señalando que casi no existió como identificándose, a través de la historia de su propia familia, con las luchas y tragedias que enfrentan tantos migrantes. Esta empatía ha dado forma a su papado, y ha criticado regularmente lo que considera la falta de corazón de los gobiernos sobre la migración. El cuidado cristiano hacia los necesitados es un tema constante en “Hope”, desde los migrantes hasta aquellos que sufren los efectos de la destrucción ecológica, la pobreza, o lo que él llama “la globalización de la indiferencia”. “La paz nunca resultará de la construcción de muros”, dice. Presidente electo Trump, toma nota.
Los escándalos no han cesado desde que Francisco tomó las riendas
Pero hay mucho que resulta frustrantemente no explicado aquí. A la mitad de la memoria, viene el relato de Francisco sobre su elección como papa y una visita que hizo poco después para ver a su predecesor, Benedicto XVI. Se incluye una fotografía de la pareja sentada a cada lado de una gran caja blanca. En ese momento hubo especulaciones sobre lo que podría haber dentro, pero no hay un relato definitivo. “Todo está aquí dentro”, recuerda que Benedicto le dijo, y luego escribe que contenía “documentos relacionados con las situaciones más difíciles y dolorosas: casos de abuso, corrupción, oscuros manejos, malas acciones”. Pero no hay más sobre ellos.
Los escándalos no han cesado desde que Francisco tomó las riendas. Pasa por alto la polémica que causó en 2018 cuando permitió que un obispo acusado de encubrir a un abusador sexual celebrara misa con él en Chile (el obispo en cuestión niega haber sabido sobre el abuso). Tampoco explica cómo no tuvo conocimiento de las acusaciones de mala conducta sexual contra el cardenal estadounidense Thomas McCarrick hasta 2018, a pesar de los informes recibidos en el Vaticano.
También faltan otros aspectos más personales. Por ejemplo, ¿por qué el bastante rígido y conservador Bergoglio, que se consideraba un problema tan grande para el jefe global de los jesuitas que fue “desterrado” a las provincias, regresó dos años después a Buenos Aires como la figura reformadora que sigue siendo hoy? Tampoco hay una explicación completa sobre lo sucedido con respecto a dos compañeros jesuitas, torturados por la junta, a los que se le ha acusado de no haber ayudado cuando era líder de la orden en Argentina, aunque él dice “lo intenté todo”.
Y ¿por qué este papa, que ha hablado con compasión sobre los divorciados, ha extendido una mano de amistad a las personas homosexuales, y ha instado a los laicos a tener un papel mucho mayor en la iglesia, no contempla sacerdotes mujeres? “Debemos avanzar”, dice sobre involucrar más a las mujeres en la gestión de la iglesia, pero no tiene una explicación satisfactoria sobre el sacerdocio.
Sin embargo, a pesar de las omisiones, este es un libro que ofrece algo notable: la historia de un hombre, a veces afectado por la melancolía, lidiando con el conflicto entre tradicionalistas y liberales, bien consciente de los problemas del mundo y de las fallas de la humanidad, pero lleno de esperanza, una esperanza basada en la fe. Es uno de los líderes más influyentes de nuestro tiempo, pero aún parece arraigado en lo cotidiano; una sección del libro está dedicada a bromas (una le fue contada por Justin Welby: “¿Cuál es la diferencia entre un liturgista y un terrorista? Con el terrorista puedes negociar.”). Él sabe que el humor es un antídoto para la miseria humana, al igual que una fe esperanzadora. Escribe: “No debemos tropezar con el mañana, debemos construirlo”.
“Hope: La Autobiografía de Papa Francisco”, traducido por Richard Dixon, es publicado por Viking (25 libras esterlinas). Para apoyar a The Guardian y The Observer, solicita tu copia en guardianbookshop.com. Pueden aplicarse cargos por envío
El título de este artículo fue modificado el 14 de enero de 2025 para referirse al libro como la primera memoria escrita por un papa en funciones, en lugar de un papa vivo.
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