Como nuestros estudiantes de escuelas públicas de California comienzan un nuevo año académico, debemos tener en cuenta los desafíos de salud mental que aún enfrentan después de la pandemia de Covid-19.
Los hechos son contundentes. Hasta un 75% de los jóvenes reportaron haber experimentado depresión, ansiedad o sentimientos de desesperanza en el último año. Podría llevar años para que los estudiantes vuelvan a estar en buen camino con su salud mental. Y no solo son nuestros estudiantes más vulnerables los que enfrentan desafíos de salud mental. Algunos de nuestros estudiantes viven en la oscuridad de las luchas de salud mental pero tienen miedo de hablar de ellas. Es un estigma en un momento en que necesitan el apoyo de quienes pueden ofrecer ayuda.
En 2004, los votantes de California aprobaron la Proposición 63, conocida como la Ley de Servicios de Salud Mental para crear y expandir programas de salud mental en los condados. En 2015, se agregaron regulaciones para crear un camino de financiamiento que reserva servicios de salud mental para niños y adultos jóvenes de hasta 25 años. Esta fue una inversión sin precedentes para abordar la crisis de salud mental en la juventud. Ha desempeñado un papel clave en programas de prevención e intervención y ha fortalecido los grupos comunitarios que priorizan los servicios para la juventud.
Ahora hay una propuesta para revisar radicalmente la Ley de Servicios de Salud Mental que tendrá un impacto dramático en nuestra juventud.
El gobernador ha presentado cambios propuestos que eliminarían los requisitos existentes de gastar dólares en servicios de salud mental que apoyan a niños y jóvenes. Si las reglas cambian y el Proyecto de Ley 326 del Senado enmendado el 13 de julio entra en vigor, los programas para niños podrían ver reducciones de más de $700 millones anualmente en financiamiento mientras se asigna dinero a diferentes programas dentro de cada condado.
La Asociación de Administradores Escolares de California se ha unido a otros grupos defensores de la infancia en decir que sin el dinero reservado para la salud mental de los jóvenes, los programas que apoyan a los niños en nuestras comunidades serán reducidos o eliminados, exacerbando un problema que no es visible para muchos. Es una cifra impactante en un momento en que nuestra juventud necesita ser priorizada, no ignorada.
Se está presionando a los legisladores para reevaluar la Ley de Servicios de Salud Mental para abordar desafíos más visibles que la salud mental de los jóvenes: la falta de vivienda y los trastornos por uso de sustancias. Estos dos problemas agudos están arrasando en comunidades grandes y pequeñas, y los programas e iniciativas creados para apoyar estos desafíos necesitan financiamiento. Desafortunadamente, cuando se agregan servicios a un conjunto finito de dólares, los estudiantes y los servicios escolares podrían ser recortados o eliminados por los condados.
Las recientes inversiones estatales en apoyos integrales para el bienestar de los niños han sido monumentales, sin embargo, han tardado en implementarse o aún no se han implementado. Muchas de estas inversiones están financiadas con fondos de una sola vez, por lo que es prematuro desviar fondos de la Ley de Servicios de Salud Mental debido a la introducción de nuevos programas cuando aún no hemos comprendido completamente el impacto de las inversiones recientes.
Existen soluciones, como establecer un porcentaje mínimo garantizado de financiamiento para jóvenes y niños en cualquier versión revisada de la Ley de Servicios de Salud Mental, proporcionar fondos para las necesidades de vivienda de jóvenes no acompañados y garantizar que todos los niños y jóvenes tengan acceso a servicios y tratamientos de salud mental.
La falta de vivienda y los trastornos por uso de sustancias están en un punto crítico. Pero nuestros estudiantes son vulnerables a su entorno y a sus experiencias. Siguen luchando contra los impactos de la pandemia y no pueden perder el apoyo que tienen en este momento.
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Edgar Zazueta es director ejecutivo de la Asociación de Administradores Escolares de California.
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