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La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha lanzado un ataque velado al canciller Olaf Scholz por bloquear la entrega de ayuda militar adicional a Ucrania, acusándolo de poner en peligro la paz europea para “ganar rápidamente unos cuantos votos” cuando se acercan las elecciones en el país más grande de la UE.
Baerbock, cuyo partido Verde se presenta como el mayor defensor de Kyiv en la campaña para las elecciones federales del próximo mes, dijo que “realmente me duele” que Scholz se niegue a aprobar un extra de €3 mil millones en apoyo para la compra de armas.
Sin mencionar a Scholz, Baerbock dijo que le molesta que, para algunos políticos, la pregunta de “cómo puedo ganar rápidamente unos cuantos votos en unas elecciones generales sea más importante que la responsabilidad de asegurar realmente la paz y la libertad de Europa”.
Ella le dijo a Politico: “La política responsable no significa ir en la dirección que sople el viento, y quizás cambiar de rumbo durante una campaña electoral.”
El apoyo a Ucrania contra la agresión rusa se ha convertido en un tema de campaña divisivo antes de la votación en Alemania el 23 de febrero, ya que las naciones europeas buscan aumentar su apoyo a Kyiv ante el temor de que Donald Trump reduzca la ayuda de EE. UU. después de su inauguración como presidente de EE. UU. la próxima semana.
Scholz trató de minimizar esas preocupaciones el viernes, diciendo que no espera que EE. UU. bajo Trump “deje de apoyar a Ucrania en su defensa”.
El jueves, Keir Starmer hizo su primera visita como primer ministro del Reino Unido a Ucrania para ver al presidente Volodymyr Zelenskyy. Starmer, quien ha recibido críticas por ser lento en visitar Kyiv en comparación con los anteriores primeros ministros conservadores, prometió que Gran Bretaña desempeñará su “parte completa” en garantizar la seguridad del país.
Alemania es el segundo mayor donante de ayuda militar a Ucrania después de EE. UU. Baerbock y el ministro de Defensa Boris Pistorius, quien es del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, han estado presionando por fondos adicionales para comprar más equipos militares para ayudar a Ucrania a defenderse contra Rusia, que invadió a su vecino hace casi tres años.
El dinero adicional, que se sumaría a los €4 mil millones ya destinados para 2025 en un presupuesto provisional, se utilizaría para compras que incluyen tres nuevas baterías antiaéreas Iris-T, así como misiles de defensa aérea y proyectiles de artillería.
Pero Scholz, quien ha buscado conquistar a los votantes que desconfían de la alianza militar de la OTAN y temen que Alemania sea arrastrada a un conflicto directo con el presidente ruso Vladimir Putin, se ha retratado a sí mismo como la figura más cautelosa y prudente hacia Moscú.
El canciller ha dicho que aprobará el dinero solo si está financiado mediante la suspensión temporal de la “frenada de la deuda” que impone estrictos límites al endeudamiento del gobierno. “De lo contrario, el dinero no está disponible”, dijo el miércoles.
Scholz, quien ha luchado por elevar el apoyo a su partido por encima del 16 por ciento, ha advertido a los votantes que los fiscalmente conservadores Demócratas Cristianos (CDU), que lideran las encuestas, financiarán el apoyo a Ucrania haciendo recortes profundos en el bienestar social.
El CDU ha señalado que estaría dispuesto a apoyar un nuevo paquete para Ucrania, pero no si eso significa emitir más deuda.
Guntram Wolff, colaborador de la think tank de Bruselas Bruegel, dijo que la financiación del paquete “no es tan trivial”. El presupuesto de 2025 no se había aprobado debido al colapso de la coalición de tres vías de Scholz después de que despidiera a su ministro de Finanzas liberal, dejando un gobierno en minoría con el SPD y los Verdes.
El estancamiento podría resolverse con una votación parlamentaria antes de las elecciones, pero Wolff dijo que el canciller se mostraba reacio a celebrarla porque sería demasiado divisiva para el SPD.
“Scholz es deliberadamente ambiguo sobre su apoyo a Ucrania para hablar con aquellos en su partido que son escépticos sobre enviar más armas militares”, dijo. “Estas personas son muy poderosas y tiene sentido político mantenerlas a bordo.”
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El canciller, que también busca evitar perder votos ante la Alianza Sahra Wagenknecht, nacionalista de izquierda y pro-Rusia, ha retratado al favorito en las elecciones, Friedrich Merz, líder del CDU, y a Robert Habeck, candidato de los Verdes a la cancillería, como “cabezas calientes” peligrosas.
Se ha negado a suministrar misiles Taurus de largo alcance a Kyiv, citando temores de escalada con Rusia.
Merz se había presentado como un partidario más comprometido de Kyiv y un socio más confiable para los aliados occidentales que Scholz.
Pero recientemente ha moderado su lenguaje sobre el conflicto y ha acallado los fuertes llamados a suministrar misiles Taurus a medida que enfrenta una creciente presión de la Alternativa para Alemania (AfD) pro-Rusia. El partido de extrema derecha y antiinmigración está en segundo lugar en las encuestas con alrededor del 20 por ciento, aproximadamente 10 puntos detrás del CDU.