Sherrilyn Ifill es una profesora de derecho que ocupa una cátedra en la Universidad de Howard. Es ex presidenta y directora del Fondo de Defensa Legal de la NAACP.
En esta publicación, ofrece consejos sabios sobre cómo recargar tus baterías y volver a comprometerte en la lucha por una sociedad mejor. Escribió este artículo poco después de las elecciones de 2024. Son buenos consejos.
….Pero la nuestra es una fuerza sutil
Poderosa con siglos de anhelo,
De estar embotellado y encerrado
En lugares oscuros y olvidados.
Vamos a resistir
Para robar tus sentidos
En ese solitario crepúsculo
De tu duelo invernal.
-Pauli Murray, A los Opresores (1939)
La verdad es que las cosas van a ponerse muy mal. Estados Unidos ha caído por el borde del precipicio. Cómo aterrizaremos en el barranco abajo está por verse. Pero estamos a una semana de distancia, y las cosas ya son bastante graves. La primera ronda de nominados al gabinete de Trump, y su insistencia en que sus elecciones sean instaladas sin un voto del Congreso, es un momento definitorio. Demuestra que no habrá fondo con esta Administración.
Donald Trump y su corte de seguidores tienen firmemente el control del país más poderoso y rico del mundo. Y porque están a cargo de este país, que quizás injustamente, ha sido un ejemplo en gran parte del mundo como símbolo de libertad, igualdad, ética, estado de derecho y democracia, otros países caerán a nuestro paso.
Lo digo ahora porque siempre he tratado de ser honesta en mis escritos y análisis sobre este país. Digo todo esto porque a lo largo de los años he podido animar a mis clientes, colegas, personal, familia y comunidad a creer que podemos luchar y ganar. He contagiado a otras personas con mi optimismo inquebrantable sobre lo que podemos lograr para transformar este país.
Voy a seguir luchando. Es lo que hago. Pero no quiero llevarte por mal camino. Porque creo que muchos de nosotros, especialmente aquellos en comunidades propensas a ser atacadas por esta Administración, necesitamos ver este momento como uno en el que nos enfocamos en sobrevivir a este tiempo difícil. He enfrentado el hecho de que no podremos avanzar mucho en los próximos años. De hecho, espero que las cosas se vuelvan tan graves en los próximos dos años, que apenas reconoceremos el país en el que vivimos. Espero que el miedo y la crueldad se conviertan en parte de nuestra dieta diaria. Escucharemos el aterrador sonido del silencio, cuando aquellos que hablan más audazmente contra los excesos de la administración entrante, contra sus políticas, contra Musk y contra Rusia, se encuentren en conflicto con una administración vengativa y cruel con un poder casi inimaginable para controlar la comunicación, la ley y la sensación de la realidad misma.
Tal vez no será tan malo. Pero estamos aquí en cierta medida, porque demasiados no pudieron imaginar que lo peor podría suceder. Ya he escrito sobre “el nadir”, y creo que debemos enfrentarlo.
Y así, nuestro objetivo ahora debe ser ante todo sobrevivir a este período oscuro con la mayor parte de nuestros valores, dignidad, integridad, trabajo, estabilidad financiera y salud física y mental intactos. También debemos trabajar para proteger a nuestras familias y comunidades, y mantener en su lugar nuestras instituciones más confiables y necesarias, un mínimo del estado de derecho, nuestro compromiso constitucional con la igualdad y la libre expresión.
Como he dicho en piezas anteriores, es “tiempo de plantar”. Plantar es trabajo. Ese trabajo debe tener como objetivo construir ideas, teorías, paradigmas, instituciones, habilidades, prácticas y alianzas que podamos sembrar ahora para una cosecha futura: una democracia exuberante que refleje lo mejor de nosotros.
No estamos “viendo el espectáculo de Trump” esta vez. Ya lo hemos visto. Podemos echar un vistazo de vez en cuando, pero no debemos paralizarnos viendo el choque de trenes. Por supuesto, lucharemos contra la injusticia y defenderemos nuestros derechos y ciudadanía cuando sea necesario en los tribunales. Exigiremos que los representantes del Congreso, nuestros gobernadores y alcaldes, actúen para proteger nuestros derechos democráticos. Incluso cuando sepamos que no defenderán lo que es correcto, no debemos quedarnos callados. No debemos facilitarles ser cobardes o arrebatarnos nuestros derechos. Aún así, debemos llamar, escribir y enviar correos electrónicos a nuestros representantes y asistir a reuniones y asambleas. Recuerda que aquellos que han luchado por nosotros durante estos años también están cansados. Permíteles vernos en estos espacios y escuchar de nosotros.
Pero nuestro trabajo principal debe ser ante todo trabajar en nuestras comunidades, tanto físicas como ideológicas. Construirlas y compartir tiempo e ideas con aquellos comprometidos con la democracia y la justicia. Cada uno de nosotros necesita un currículo de servicio local.
También necesitamos un currículo personal que nos permita contribuir a la construcción del futuro que soñamos para nosotros y nuestras familias. Eso significa que nuestro trabajo principal debe ser comprometernos durante este tiempo a hacer menos observación, y más aprendizaje y crecimiento. Necesitamos convertirnos en mejores ciudadanos para la democracia que queremos. Eso significa que debemos dedicar tiempo a ampliar nuestro pensamiento y conocimiento, y a fortalecer nuestra imaginación democrática. Eso significa que nuestro trabajo es imaginar, aliarnos, experimentar, restaurar, hacer amigos, estudiar, leer, escribir, servir y crear. Cada uno de nosotros. Incluso mientras el caos gira a nuestro alrededor.
Te animo a mostrar a tus hijos y nietos cosas reales: la naturaleza, los animales, cómo se construyen las cosas, cómo cocinar desde cero. Enséñales a escribir en cursiva, para que tengan una firma propia. Llévalos a conciertos en vivo y al teatro. Haz excursiones. Infunde sus vidas con recuerdos de cosas que son verdaderas y concretas.
Si enseñas, utiliza documentos primarios en tu enseñanza, lleva a tus alumnos a sitios históricos, escucha grabaciones de argumentos orales y discursos para que se sientan seguros en su comprensión de la historia, y sepan que la historia fue hecha por seres humanos no por máquinas.
Si litigas, hazlo con la expectativa de que ganarás. Y actúa como tal. Demuestra. Se excelente y mantente confiado. Aquellos que aún pueden sentir vergüenza, ya sea los de la mesa de tus oponentes o los del estrado, la sentirán cuando mantengas el estándar alto. Y tus clientes nunca lo olvidarán.
Si organizas, nunca te detengas. Planta esas semillas profundamente en nuestras comunidades.
Si ocupas un cargo. Mantenlo. No renuncies a tu poder. Usa tu voz. Domina todas las reglas. Haz un registro. Repito. Haz un registro–para que la verdad pueda ser conocida.
Para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, también hay cosas pragmáticas que debemos hacer. Se me han ocurrido algunas:
Guardar algo de efectivo. Y mantener suficiente en casa para gasolina y comida durante una semana.
Permítete imaginar qué harías si perdieras tu trabajo en términos de encontrar un nuevo empleo, pagar el alquiler/hipoteca durante varios meses, y comienza a construir lo que necesitas para poder enfrentar ese momento si llega.
Vacúnate si es necesario en caso de que las políticas del Departamento de Salud y Servicios Humanos resulten en cambios o retrasos en su desarrollo o disponibilidad. Abastécete de pruebas de COVID, y obtén la vacuna de refuerzo más reciente. Compra Plan B si está disponible en tu área.
Piensa en reforzar la seguridad de tus dispositivos electrónicos. Sé más reflexivo sobre las redes sociales, e incluso vuelve a hacer llamadas telefónicas y escribir cartas en algunos casos. Sé que es algo antiguo, pero memoriza los números de teléfono de al menos dos seres queridos.
Fortalece tu espíritu, a través de tu fe u otras prácticas de meditación, ya que es probable que todos escuchemos o enfrentemos muchas interacciones perturbadoras y desagradables. Experimenta arte, sal a caminar, baila, juega a las cartas, al dominó, al scrabble. Necesitamos resiliencia.
Aléjate cuando necesites alejarte. Desafía cuando sea necesario. Intenta siempre tener respaldo.
Realiza el entrenamiento de espectador ofrecido por grupos como https://righttobe.org/ para que cuando veas atrocidades cometidas contra miembros de tu comunidad o contra extraños, tengas práctica en cómo intervenir o responder.
Obtén una suscripción en línea a un servicio de noticias de otro país para que tengas una idea confiable de lo que está pasando en el mundo, y de cómo se percibe este país.
¿Están pagados tus impuestos, o más importante aún, presentados?
¿Tu pasaporte está actualizado?
Si tienes dinero para dar, entonces dónalo a tu biblioteca local, a la despensa de alimentos, a los servicios para personas sin hogar. Pero también dona a instituciones culturales. Obtén una tarjeta de biblioteca y una membresía a un museo. Dona a organizaciones que trabajan para contener lo peor que esta administración pueda causar: el Fondo de Defensa Legal de la NAACP, la ACLU, el Centro Nacional de Leyes de la Mujer, y muchos otros.
Voy a escribir más en este espacio. Espero que te suscribas e incluso pagues una tarifa nominal para mantener la escritura. Estoy aquí, pasando por esto con todos ustedes. Y para mí hay belleza en nuestra caminata compartida. Hagámoslo juntos.