Por Jose Luis Gonzalez
CHIHUAHUA, México (Reuters) – Migrantes que intentaban evitar ser arrestados prendieron fuego a mantas y colchones en un campamento en la ciudad norteña mexicana de Chihuahua durante un operativo de las fuerzas gubernamentales para desalojar el sitio en las primeras horas del sábado.
La acción de cumplimiento cerca de la frontera con Estados Unidos se produjo justo antes de la inauguración el lunes del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha acusado al gobierno de México de no hacer lo suficiente para frenar la migración hacia Estados Unidos y ha amenazado con aranceles generalizados.
Cerca de 250 funcionarios mexicanos, incluidos policías militares de la Guardia Nacional en equipo antimotines, rodearon el campamento alrededor de la medianoche, según un testigo de Reuters.
Los migrantes comenzaron a prender fuego a colchones y mantas en protesta, dijo el testigo, e intentaron salir del sitio llevando bebés y pertenencias.
No se reportaron muertes ni heridos en el incendio, que fue extinguido en menos de una hora.
La agencia de migración de México no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Un funcionario de migración, que no estaba autorizado para hablar con los periodistas, dijo a Reuters que el objetivo de la operación era llevar a los migrantes a la frontera sur de México, donde se les indicaría que regresaran a sus países de origen.
No estaba claro cuántas personas fueron detenidas.
Muchos de los 150 migrantes eran familias venezolanas que habían hecho una parada en el campamento en la ciudad de Chihuahua, a unos 220 millas (360 km) de la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez frente a El Paso, Texas, mientras se dirigían hacia el norte hacia Estados Unidos.
El migrante venezolano Daniel Barrios, viajando con una mujer que llevaba un bebé en la espalda y un niño con una mochila azul brillante, dijo que se sorprendieron por la repentina presencia policial.
“Rodearon el campamento… pidieron simplemente hablar, que iban a hacer una inspección y todo eso”, dijo.
“Dime, ¿es lógico venir con toda esta fuerza policial y militar, supuestamente para hacer una inspección en un campamento, cuando podrían hacerlo durante el día?”
Barrios interrumpió sus comentarios al ver a los funcionarios a lo lejos, diciendo: “Tenemos que movernos”.
Otra familia que también huyó del campamento dijo estar confundida y asustada. Una mujer sollozaba mientras abrazaba a dos niños, y dos hombres sostenían a niños pequeños en brazos, mientras el humo rojo se elevaba alto en el aire detrás de ellos.
“Llegaron la policía y funcionarios de migración. Llegamos a este refugio hoy, y no sabemos qué está pasando”, dijo uno de los hombres. “Estamos desorientados. Estamos asustados.”