Netanyahu emitió la declaración poco después de decir que el inicio del alto el fuego en Gaza se retrasaría hasta que Hamas confirmara los nombres de los primeros rehenes que planeaba liberar a cambio de prisioneros palestinos. Hamas culpó a problemas técnicos por no haber entregado la lista, y dijo que seguía comprometido con el acuerdo. Israel lanzó una campaña para destruir a Hamas en respuesta al ataque del 7 de octubre de 2023, en el que murieron alrededor de 1,200 personas y se tomaron como rehenes a 251. Desde entonces, casi 46,900 personas han muerto en Gaza, según el ministerio de salud dirigido por Hamas en el territorio. La mayoría de los 2.3 millones de habitantes han sido desplazados, hay una destrucción generalizada y hay graves escaseces de alimentos, combustible, medicinas y refugio debido a la lucha por llevar ayuda a quienes la necesitan. Israel dice que 94 de los rehenes aún están en manos de Hamas, de los cuales 34 se presumen muertos. La primera fase de seis semanas del acuerdo de alto el fuego debería ver a 33 rehenes -incluyendo mujeres, niños y ancianos- intercambiados por prisioneros palestinos detenidos por Israel. Las fuerzas israelíes también se retirarán hacia el este, lejos de las zonas densamente pobladas de Gaza, mientras que se permitirá a los palestinos desplazados comenzar a regresar a sus hogares y cientos de camiones de ayuda podrán ingresar al territorio cada día. Las negociaciones para la segunda fase -que debería ver la liberación de los rehenes restantes, una retirada total de tropas israelíes y un retorno a una calma sostenible- comenzarán el día 16 del alto el fuego. La tercera y última etapa implicará la reconstrucción de Gaza -algo que podría llevar años- y el regreso de los cuerpos de los rehenes restantes.