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Elon Musk ha objetado la falta de reciprocidad en la relación tecnológica entre Estados Unidos y China, una crítica inusual del multimillonario sobre temas sensibles para Beijing después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se preparara para ofrecer un respiro a TikTok sobre la prohibición en Estados Unidos.
Musk, que durante mucho tiempo ha buscado mantener estrechos lazos con funcionarios del Partido Comunista en China, un mercado central y centro de producción para su empresa de autos eléctricos Tesla, ha sido cuidadoso en sus declaraciones sobre Beijing durante años.
Pero dijo el domingo que “algo necesita cambiar” después de que Trump dijera que “muy probablemente” extendería un plazo para que el grupo tecnológico chino ByteDance se desinvirtiera de TikTok, que enfrentaba una prohibición bajo una ley estadounidense que brevemente lo obligó a cerrar.
Musk dijo que, aunque se oponía a la prohibición de la aplicación de videos cortos por motivos de libertad de expresión, “la situación actual en la que TikTok puede operar en Estados Unidos, pero X no puede operar en China es desequilibrada”.
“Algo necesita cambiar”, dijo en una publicación en X.
Ante los comentarios de Musk, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, dijo el lunes que Beijing daba la bienvenida a cualquier empresa que cumpliera con sus leyes y que los grupos chinos en el extranjero estaban obligados a seguir las reglas locales.
Respondiendo a la propuesta de Trump de impulsar a TikTok, que comenzó a restaurar el servicio en Estados Unidos el domingo, en una empresa conjunta, Mao dijo que los grupos chinos deberían “decidir de forma independiente” sobre operaciones y acuerdos.
La crítica de Musk fue leve en comparación con algunos de sus ataques feroces a los políticos occidentales y las recientes intrusiones en la política doméstica de países como Alemania, el Reino Unido e Italia.
Pero resaltó los posibles conflictos de interés del jefe de Tesla entre proteger sus intereses comerciales en China y servir como confidente del presidente entrante y zar de eficiencia gubernamental.
Tesla obtuvo casi una cuarta parte de sus ventas en el tercer trimestre de China y exportó aún más vehículos desde su planta de Shanghai a terceros países.
Algunos analistas creen que Beijing apuesta por Musk como un potencial intermediario con Trump, quien ha prometido aumentar los aranceles a las importaciones de China. Funcionarios chinos habían discutido anteriormente el uso de Musk como un intermediario para resolver el destino de TikTok en Estados Unidos.
El vicepresidente de China, Han Zheng, a la izquierda, con el vicepresidente entrante de Estados Unidos, JD Vance, el domingo. Han está programado para asistir a la inauguración de Donald Trump © Xinhua/Shutterstock
Musk también se reunió el domingo con el vicepresidente chino Han Zheng, quien representará al presidente Xi Jinping en la inauguración de Trump. La presencia de un funcionario chino tan alto como Han es inédita en las inauguraciones presidenciales de Estados Unidos, donde Beijing normalmente está representado por su embajador en Washington.
“Han se reunió . . . con Elon Musk, y dio la bienvenida a empresas estadounidenses, incluida Tesla, para aprovechar las oportunidades y compartir los frutos del desarrollo de China”, informó la agencia de noticias estatal china Xinhua.
Han también se reunió el domingo con líderes empresariales del Consejo Empresarial Estados Unidos-China y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, así como con el vicepresidente entrante de Trump, JD Vance.
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Han y Vance discutieron el opioide sintético mortal fentanilo, que administraciones sucesivas de Estados Unidos han presionado a Beijing para que combata, así como la estabilidad regional y el equilibrio comercial, dijo el equipo de transición Trump-Vance en un comunicado.
Líderes empresariales estadounidenses en el pasado han buscado desempeñar un papel moderador en las a menudo volátiles relaciones sino-estadounidenses, un rol que Beijing parece ansioso por fomentar antes de la segunda administración Trump.
Han describió a las empresas estadounidenses como “columna vertebral” de las relaciones entre los países, y alentó a las empresas a “jugar un papel activo como puente” en las relaciones entre Estados Unidos y China, según Xinhua.
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