Los médicos deben poder optar por no recomendar la muerte asistida a pacientes terminales, así lo han señalado los diputados.
El Dr. Andrew Green, presidente del Comité de Ética Médica de la Asociación Médica Británica (BMA), dijo que es importante que los médicos puedan decir que no desean participar en el proceso en ninguna etapa.
Preguntado por el comité que examina el Proyecto de Ley de Personas Adultas Terminales (Fin de Vida) si existe el peligro de que algunos médicos se muestren reacios a dar un pronóstico de seis meses o menos de vida, el Dr. Green dijo: “Hay médicos que encontrarían difícil hacerlo, y es importante que se respete su posición”.
En cuanto a la ley propuesta, los pacientes solo podrán optar por la muerte asistida si se espera que mueran en un plazo de seis meses.
El asesor médico principal, el Profesor Sir Chris Whitty, también dijo a los diputados que cree que los médicos que no se sientan capaces de sugerir la muerte asistida como una opción para los pacientes deberían poder referirlos a otro médico.
Sin embargo, dijo que si los diputados deciden que esto “no es justo para el paciente”, deben tomar una decisión sobre si los médicos deben poder “imponerlo”.
El Dr. Green también pidió la creación de un servicio de información para brindar detalles personalizados sobre la muerte asistida y otros servicios como la atención paliativa.
El médico retirado dijo que los médicos enfrentan el desafío de saber cuándo tener ciertas conversaciones difíciles con los pacientes, pero también “necesitan poder abrir la puerta para que el paciente pueda ingresar a un espacio seguro para tener esas conversaciones difíciles”.
En 2021, el sindicato de médicos cambió su postura de estar en contra de la muerte asistida a una postura neutral.
Dijo que la BMA no ha tomado una postura sobre si la muerte asistida debería ser proporcionada por el NHS, pero dijo que debería haber un “grado de separación” para que no sea “parte del trabajo normal de ningún médico proporcionar la muerte asistida”.
