Trump firmó una Orden Ejecutiva amenazando con cortar la financiación federal a las escuelas que “adoctrinen” a los estudiantes en cuestiones relacionadas con la raza y el género. La orden lleva por título “Poner fin al adoctrinamiento radical en la escolarización K-12”.
Empecemos por reconocer que esta orden viola directamente una ley que se aprobó en 1970 para evitar que el gobierno federal imponga cualquier plan de estudios en las escuelas de la nación. Esta disposición se ha renovado en varias ocasiones. Ni el partido quería que el otro impusiera sus puntos de vista en las escuelas, que es lo que busca hacer Trump.
La ley dice:
“Ninguna disposición de ningún programa aplicable se interpretará en el sentido de autorizar a ningún departamento, agencia, funcionario o empleado de los Estados Unidos a ejercer dirección, supervisión o control sobre el plan de estudios, programa de instrucción, [o] administración…de cualquier institución educativa…o sobre la selección de recursos de biblioteca, libros de texto u otros materiales impresos o publicados de instrucción.” P.L. 103-33, Ley de Disposiciones Generales sobre Educación, Sección 432.
Lo que Trump ordenó es ilegal.
Trump está expresando las opiniones de grupos extremistas de extrema derecha, como “Moms for Liberty”, que odian las escuelas públicas por enseñar una historia honesta y precisa sobre el racismo. Quieren que los maestros digan que hubo racismo hace mucho, mucho tiempo, pero que ya no existe. Se oponen vehementemente a cualquier discusión sobre el racismo sistémico (llaman a dicha discusión “teoría crítica de la raza”, que por supuesto nunca debe mencionarse).
Cualquier discusión sobre la realidad del racismo está prohibida por esta orden.
Aún más amenazante para los extremistas es lo que llaman “ideología de género radical”. Eso sería cualquier discusión que reconozca que existen personas LGBT+. Ellos creen que simplemente hablar sobre la existencia de tales personas, algo común en la televisión, películas y en Internet, hace que los niños se vuelvan homosexuales o incluso transexuales.
La orden ejecutiva de Trump amenaza con retener la financiación federal de cualquier escuela donde se “adoctrine” a sus estudiantes para que consideren la existencia del racismo sistémico o la sexualidad.
Es la esperanza de Trump que con las acciones que tome, las personas no binarias, es decir, LGTB+, dejarán de existir.
El amigo de Trump, Elon Musk, publicó ayer un gráfico que mostraba que en el pasado lejano había dos géneros; en el pasado reciente había “73 géneros”. A partir de 2025, decía su publicación, solo habrá dos géneros. Musk es el padre de una hija transexual, que originalmente se llamaba Xavier. Con su tuit lleno de alegría, parece estar intentando borrar a su hija.