Cuando el presidente Gustavo Petro de Colombia anunció en las redes sociales el domingo que había devuelto aviones militares de EE.UU. con deportados, el presidente Trump reaccionó duramente. Amenazó con aranceles y sanciones tan extremas que obligaron a Mr. Petro a retroceder. “Presionaron hasta que tuvo que ceder”, dijo Jorge Enrique Robledo, un ex senador colombiano de larga data, en una entrevista. Más tarde ese día, la Casa Blanca y el gobierno de Mr. Petro anunciaron que Colombia recibiría a todos los deportados colombianos, incluidos los que llegaban en aviones militares, y Mr. Trump declaró la victoria. La crisis centró la atención en los esfuerzos de deportación de la administración Trump; también planteó preguntas sobre los aviones militares que deportan a los migrantes, y por qué molestaron a Mr. Petro y otros líderes latinoamericanos.
