El presidente Trump firmó una orden ejecutiva el martes pidiendo una revisión general de la financiación y participación de EE. UU. en las Naciones Unidas, arrojando incertidumbre sobre el papel de liderazgo que Estados Unidos ha desempeñado como el principal donante de este organismo global. “Siempre he sentido que la ONU tiene un potencial tremendo”, dijo el Sr. Trump antes de firmar la orden en la Oficina Oval. “En este momento no está cumpliendo con ese potencial”. El Sr. Trump también retiró a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y dejó de financiar a la agencia de la ONU que ayuda a los palestinos, UNRWA, que brinda asistencia humanitaria crítica a millones de personas en la devastada Gaza. Esos movimientos eran esperados porque el Sr. Trump había retirado la participación de EE. UU. de ambas organizaciones durante su primer mandato como presidente. Además, la orden del Sr. Trump pidió una revisión de la participación de EE. UU. en la UNESCO, que protege sitios del patrimonio mundial, por acusaciones de que había mostrado lo que el secretario de personal de la Casa Blanca, Will Scharf, llamó “sesgo antiestadounidense”. Al entregar la orden al Sr. Trump para que la firmara, el Sr. Scharf dijo que derivaba de “una disparidad salvaje y niveles de financiación entre diferentes países” que el Sr. Trump consideraba “profundamente injustos para EE. UU.”. En respuesta a la orden ejecutiva, Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, dijo que el apoyo de EE. UU. a la ONU había avanzado en la seguridad global y que el Secretario General António Guterres “espera continuar su relación productiva con el presidente Trump y el Gobierno de EE. UU. para fortalecer esa relación en el mundo turbulento de hoy”.