Furthermore, Trump’s claims that DEI policies are the cause of incompetence are baseless and discriminatory. These policies are aimed at creating a more diverse and inclusive workforce, not lowering standards or qualifications. Trump’s anti-DEI stance is simply a cover for his own racist, misogynistic, and xenophobic beliefs.
It is clear that Trump’s rhetoric is not based on facts or evidence, but rather on his own prejudices and biases. His attempts to blame DEI for the tragic crash on the Potomac River are not only unfounded but also harmful and divisive.
It is important to recognize the value of diversity, equity, and inclusion in our society and to reject any attempts to undermine or dismantle these important programs. We must stand up against discrimination in all its forms and work towards a more just and equitable future for all.
Además, criticó el hecho de que la FAA contratara controladores con una serie de discapacidades que enumeró en la conferencia de prensa. Pero ese programa se lanzó durante su primer mandato.
Cuatro Pinocchios [La mentira más grande posible.]
A Trump le gusta decir que el “mérito” es la única razón posible para contratar a alguien. La persona contratada debe ser la mejor calificada para el trabajo.
¿Es el teórico de la conspiración Robert F. Kennedy Jr. la persona mejor calificada para supervisar el Departamento de Salud y Servicios Humanos? No.
¿Es Pete Hegseth, con su historial de borracho, depredador sexual y experiencia fallida en gestión, la persona mejor calificada para ser Secretario de Defensa? No.
¿Es Tulsi Gabbard, apologeta de Putin y Assad, miembro de una extraña secta, la persona mejor calificada para supervisar las agencias de inteligencia de la nación? No.
¿Es Kash Patel, sycophant, hater del FBI y negador de elecciones, la persona mejor calificada para liderar el FBI, especialmente después de la purga masiva de todos los agentes que lo investigaron? No.
Otras elecciones de Trump son igualmente no calificadas. La única que considero calificada es Marco Rubio como Secretario de Estado. Iba a agregar a Scott Bradenton, el nuevo Secretario del Tesoro, pero luego me enteré el sábado de que le dio permiso a Elon Musk para llevar a su equipo al santuario del Departamento para copiar la información personal de millones de estadounidenses. Al igual que en el saqueo de Twitter, el equipo de Musk trajo camas sofá para poder trabajar largas horas duplicando datos que se suponía que debían estar estrechamente custodiados.
Pete Hegseth afirmó el supuesto credo de la administración Trump en el Wall Street Journal el sábado:
“Ciego al color y basado en el mérito, los mejores líderes posibles, ya sea volando Black Hawks, volando aviones, liderando pelotones o en el gobierno, la era de DEI ha terminado en el Departamento de Defensa y necesitamos lo mejor y lo más brillante, ya sea en nuestro control de tráfico aéreo, o ya sea en nuestros generales, o ya sea en todo nuestro gobierno”, dijo Hegseth.
Hegseth es la prueba viviente de que Trump no ha elegido “lo mejor y lo más brillante” (ni siquiera conoce el origen del término, que fue el título de un libro de David Halberstam sobre los “mejores y más brillantes” cuya arrogancia nos enredó en la guerra de Vietnam).
Si el mérito importara para Trump, la mayoría de su gabinete no habría sido elegido. Si el mérito importara en las elecciones, Trump no sería presidente.