La llamada red eléctrica Brell – que significa Bielorrusia, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania – está controlada casi en su totalidad por Moscú y desde hace mucho tiempo ha sido vista como una vulnerabilidad para las antiguas repúblicas soviéticas, que ahora son miembros de la OTAN. Aunque ninguna de ellas ha comprado electricidad a Rusia desde 2022, su conexión a la red Brell las dejó dependientes de Moscú para el flujo de energía. Después de desconectarse el sábado por la mañana, los tres países llevarán a cabo pruebas de frecuencia antes de integrarse en la red europea a través de Polonia el domingo. “Ahora estamos eliminando la capacidad de Rusia para usar el sistema eléctrico como una herramienta de chantaje geopolítico”, dijo el Ministro de Energía de Lituania, Zygimantas Vaiciunas, a la agencia de noticias AFP. “Es el resultado de esfuerzos de más de 10 años o 20 años, para reducir esa dependencia energética”, dijo el Profesor David Smith de la Unidad de Investigación Báltica de la Universidad de Glasgow a la BBC. “Cuando los Estados Bálticos se unieron a la UE y la OTAN, todos hablaban de ellos como una isla energética que seguía dependiendo de esa red eléctrica conjunta con Bielorrusia y Rusia”, dijo Smith. “Eso se ha roto completamente ahora”.
