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Donald Trump dijo que buscaría recortar miles de millones de dólares del presupuesto del Pentágono como el próximo gran objetivo en el esfuerzo liderado por Elon Musk para reducir el gasto de las agencias gubernamentales de EE. UU.
En una entrevista el domingo, Trump respaldó la iniciativa de recorte de costos de Musk a través del llamado “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, a pesar de enfrentar crecientes reveses en los tribunales federales y de las acusaciones de los demócratas de que está excediendo sus poderes.
Trump dijo que Musk había sido “fantástico” y una “gran ayuda” en la búsqueda de posibles recortes de gastos en el gobierno federal hasta ahora. Indicó que el departamento de defensa, que tiene un presupuesto anual de alrededor de $800 mil millones, sería el próximo objetivo del multimillonario.
“Vamos a revisar al ejército. Vamos a encontrar miles de millones, cientos de miles de millones de dólares de fraude y abuso. Sabes, la gente me eligió por eso”, dijo Trump.
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El posible papel de Musk en revisar el Pentágono en busca de ahorros ya ha generado preocupaciones sobre posibles conflictos de intereses, dado que sus empresas SpaceX y su subsidiaria Starlink tienen contratos con el gobierno.
Pero Mike Waltz, asesor de seguridad nacional de Trump, restó importancia a esas preocupaciones en una entrevista con NBC. Dijo que “todas las barreras apropiadas” estarían en su lugar para evitar cualquier conflicto, aunque no ofreció más detalles.
“El pueblo estadounidense ha dicho basta, basta de excesos, de desperdicio y de deuda”, dijo Waltz. “Necesitamos mentes brillantes y líderes empresariales para ir allí y reformar absolutamente el proceso de adquisición del Pentágono”, agregó.
Con Musk en un papel destacado, la segunda administración de Trump ha actuado agresivamente para detener algunos programas y agencias federales.
En un revés para Musk el sábado, un juez federal en Nueva York bloqueó temporalmente el esfuerzo de su equipo para acceder a los datos de pago del departamento del Tesoro de EE. UU., diciendo que podría llevar a la divulgación de información personal sensible que podría causar “daño irreparable” a los estadounidenses.
Los demócratas cada vez más han estado clamando fraude.
“Esta es la crisis constitucional más seria que ha enfrentado el país, ciertamente desde Watergate”, dijo Chris Murphy, el senador demócrata de Connecticut, a ABC el domingo.
“El presidente quiere poder decidir cómo y dónde se gasta el dinero para poder recompensar a sus amigos políticos, castigar a sus enemigos políticos. Eso es la aniquilación de la democracia”, agregó.
Las agencias federales más afectadas incluyen USAID, que administra la ayuda exterior, y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, cuyos empleados fueron instruidos el sábado por su director interino Russell Vought a cesar virtualmente todas sus actividades, incluidas las investigaciones y supervisión. Trump también ha prometido eliminar el Departamento de Educación, que ha sido durante mucho tiempo un objetivo de la ira conservadora.
Los republicanos en el Congreso han respaldado a Trump y Musk mientras han avanzado para detener una amplia gama de programas federales, aunque el impulso ha socavado el papel constitucional de los legisladores en la autorización del gasto.
Mike Turner, un republicano de Ohio, dijo en ABC que la administración de Trump necesita tener una “visión crítica” de las políticas de gasto de EE. UU. porque la senda fiscal del país es “insostenible”. Pero también dijo que Musk podría estar actuando de manera más hábil.
“Él necesita, de una manera más profesional, comunicarse con el público estadounidense”, dijo Turner.