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Donald Trump dice que impondrá aranceles del 25 por ciento a todas las importaciones de acero y aluminio en EE. UU., amenazando con desencadenar el caos en los mercados de materias primas y encender guerras comerciales en la economía global.
Los funcionarios dijeron que los aranceles eran una respuesta a los “jugadores extranjeros” que eran responsables de “exportaciones crecientes” de los metales hacia el país y “socavando a los productores estadounidenses de acero y aluminio”.
Dijeron que los aranceles se aplicarían a todas las importaciones de EE. UU., y que no se concederían exclusiones para productos particulares. Los aranceles comenzarían el 4 de marzo, según una persona familiarizada con el plan.
Aunque la medida está diseñada para proteger a los fabricantes de acero nacionales, probablemente afectará a los aliados de EE. UU., incluidos Canadá y México, y podría aumentar drásticamente los costos para cualquier fabricante estadounidense que importe los metales.
“Esto es muy importante: hacer que Estados Unidos sea rico de nuevo”, dijo Trump, al firmar los aranceles desde el Despacho Oval el lunes por la noche.
El anuncio de aranceles del presidente de EE. UU. llega tres semanas después de su regreso a la Casa Blanca y marca una escalada de su agenda proteccionista. Sigue a su anuncio de nuevos gravámenes a los dos socios comerciales más cercanos de EE. UU., México y Canadá. Esos deben entrar en vigor a principios de marzo.
Trump también dijo que tenía la intención de imponer aranceles recíprocos a los países que tenían gravámenes sobre productos estadounidenses en los próximos días.
“El presidente Trump está defendiendo a los trabajadores estadounidenses del acero y el aluminio como ningún otro líder lo ha hecho”, dijo Peter Navarro, consejero principal para el comercio y la fabricación en la Casa Blanca de Trump.
“Los aranceles del acero y el aluminio 2.0 pondrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias del acero y el aluminio como los pilares y la columna vertebral de la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos”.
El presidente de EE. UU. impuso aranceles del 25 por ciento a todas las importaciones de acero y del 10 por ciento a las importaciones de aluminio en 2018, durante su guerra comercial anterior, antes de negociar excepciones para algunos países.
Joe Biden, quien heredó los aranceles de metales de Trump cuando asumió el cargo en 2020, alcanzó acuerdos con la UE, el Reino Unido y Japón que les permitieron exportar cierta cantidad de su acero y aluminio a EE. UU. sin aranceles.
El lunes, los funcionarios de EE. UU. dijeron que esos acuerdos se anularían en efecto y se impondrían aranceles a todas las importaciones de acero y aluminio de todos los países.
Los funcionarios también dijeron que Trump eliminaría el proceso de exclusión de productos, calificándolo de “laguna”.
“Teníamos un proceso de exclusión de productos que se descontroló por completo en los años de Biden y se han aprobado literalmente cientos de miles de exclusiones, y millones de toneladas métricas de acero y aluminio como resultado no han sido aranceladas adecuadamente”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
“El presidente Trump está poniendo fin al proceso de exclusión de productos”, añadió el funcionario.
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La última directiva corre el riesgo de desencadenar represalias inmediatas de la UE, que respondió a los aranceles de Trump en 2018 imponiendo gravámenes a €2.8 mil millones de dólares en productos estadounidenses, incluido el bourbon y las motocicletas Harley-Davidson.
La UE levantó esos aranceles como parte del acuerdo negociado por Biden en 2021.
Los precios de los metales subieron en EE. UU. el lunes antes del anuncio de Trump, ya que los comerciantes se apresuraron a asegurar suministros, con un contrato de aluminio muy observado subiendo alrededor del 10 por ciento y la prima de los futuros de cobre de EE. UU. sobre los de Londres alcanzando su nivel más alto desde 2020.
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