Puntos clave:
Enseñar a escribir hoy en día es muy similar a ser un director de orquesta. Al igual que un director reúne diferentes instrumentos y dinámicas para crear una partitura cinematográfica o una sinfonía, los maestros ayudan a los estudiantes a utilizar herramientas digitales y los recursos multimodales que ofrecen para comunicar mensajes significativos de manera efectiva.
Pero aquí está la clave: la mayoría de las conversaciones sobre tecnología en el aula se centran en las herramientas brillantes o las posibilidades del producto final. ¿Qué pasa con los pasos intermedios? Ahí es donde sucede la magia, en el proceso.
A lo largo de los años, el enfoque de la instrucción de escritura ha oscilado entre el resultado final del producto y los procesos que nos llevan allí. Las herramientas digitales han avivado esta tensión hacia el producto, pero ahora es el momento de ayudar a los estudiantes a aprender a componer, no solo a escribir. Este artículo tiene como objetivo dar a los maestros formas prácticas de guiar a sus estudiantes a través de un proceso creativo de composición, llevando temas a menudo asociados con “presentación” (piense en los 6 rasgos +1) al centro del escenario de la creación de significado.
Recientemente trabajé con un grupo de estudiantes de 5º grado en un Club de Composición Digital después de clases. Utilizando herramientas como Google Chromebooks, Adobe Creative Cloud y Screencastify, estos estudiantes abordaron todo tipo de tareas creativas: creación de infografías, redacción de publicaciones de blog y diseño de mensajes de agradecimiento, entre otros. En el camino, grabamos sus pantallas y escuchamos sus pensamientos mientras trabajaban. Lo que descubrimos fueron 11 pasos distintos que los niños dan al componer digitalmente, varios de los cuales tienen un gran peso en ayudar a los estudiantes a utilizar herramientas digitales y los recursos que ofrecen para algo más que una “presentación”. Desde elegir imágenes hasta organizar recursos en espacios virtuales y reales, estas ideas pueden ayudarnos a enseñar a los estudiantes a componer, utilizando todos los recursos multimodales para comunicar mensajes significativos.
Conexiones y aplicaciones en el aula
Las plataformas digitales dan a los estudiantes tantas formas de expresarse combinando texto, imágenes, espacio, audio, así como las herramientas de diseño utilizadas. Para ayudar a los niños a aprovechar al máximo estas herramientas, necesitamos enseñar el proceso explícitamente. Aquí hay tres actividades clave del proceso para las cuales la instrucción explícita puede agregar un gran valor hacia un producto final: selección, manipulación y finalización.
Selección
La selección se trata de elegir los recursos adecuados: palabras, imágenes, colores o incluso diseños, para incluir en un proyecto. Para los niños, esto significa tomar decisiones sobre lo que mejor representa sus ideas.
Por qué es importante: Elegir la imagen o frase correcta no se trata solo de estética. Se trata de ayudar a los niños a traducir sus ideas a través de palabras, visuales y espacio, ¡lo cual puede ser complicado!
Intente esto en su aula:
Citas en diapositivas: Comience con una cita motivacional y pida a los estudiantes que creen una representación visual. Pueden elegir una foto de fondo o un color que vaya con el texto. Incluya tiempo para discutir y compartir la toma de decisiones con respecto a la selección, permitiendo a los estudiantes explicar su conexión de significado entre el texto y lo visual. Conversaciones futuras podrían agregar en qué modo (texto, visual) está “guiando” la creación de significado y por qué.
Memorias de seis palabras: Desafíe a los estudiantes a resumir una historia personal en solo seis palabras y combinarla con una imagen. Al igual que con las citas en diapositivas, los estudiantes agregan un fondo visual que mejora el valor comunicativo y está relacionado con la historia que se cuenta. La modelización y los ejemplos permiten la oportunidad de ayudar a comprender mejor estas conexiones y pueden llevar a discusiones sobre las ventajas y limitaciones de los modos (las imágenes pueden comunicar de formas que las palabras no pueden y viceversa).
Herramientas recomendadas: Canva, Adobe Express o Google Slides.
Manipulación
La manipulación implica organizar (dimensionar, posicionar, orientar) texto e imágenes de una manera que tenga sentido para la audiencia. Se trata de crear equilibrio y guiar el ojo del espectador.
Por qué es importante: Dónde coloca un estudiante una imagen o cómo dimensiona su texto puede cambiar cómo se entiende todo el proyecto. Enseñar a los niños a pensar como diseñadores les ayuda a convertirse en comunicadores más fuertes.
Intente esto en su aula:
Infografías: Estudie y cree infografías sobre temas de no ficción. Estudiar modelos es esencial para comprender cómo el espacio, el tamaño y la ubicación de los recursos sirven al propósito de la organización y la comunicación. A menudo, el uso y la modificación de plantillas proporcionadas por una plataforma pueden ayudar a estructurar las experiencias de los estudiantes al conectar su contenido con este tipo de presentación.
Siguientes pasos de citas en diapositivas: Construya sobre la actividad anterior pidiendo a los estudiantes que agreguen imágenes adicionales o ajusten la ubicación del texto. La discusión y el intercambio deben incluir cómo y dónde se colocan los elementos (texto o visual) para enfatizar el significado o guiar al lector hacia un significado previsto.
Herramientas recomendadas: Canva o Adobe Express.
Finalización
La finalización se trata de compartir el trabajo con una audiencia. Las herramientas digitales hacen que sea más fácil que nunca publicar y celebrar las creaciones de los estudiantes.
Por qué es importante: Compartir el trabajo le da a los niños un sentido de orgullo y propósito. Además, es una gran oportunidad para enseñarles habilidades del mundo real como descargar archivos y enviar proyectos por correo electrónico.
Intente esto en su aula:
Caza del tesoro técnica: Cree una lista de verificación para ayudar a los estudiantes a aprender cómo navegar por las plataformas que están utilizando para componer. Incluya tareas como la descarga de productos y las funciones de compartir.
Compartir: Incluya el compartir los productos finales como parte de los requisitos/rúbrica del proyecto. Publique los proyectos de los estudiantes en una cuenta de redes sociales de la clase o la escuela (¡administrada por usted/la escuela!) o envíelos por correo electrónico a los padres, al director o a miembros de la comunidad local.
Herramientas recomendadas: Investigue las funciones de compartir y de múltiples plataformas al seleccionar plataformas digitales para el uso de los estudiantes.
Conclusión
Enseñar a los niños a componer digitalmente significa agregar unos cuantos pasos adicionales a nuestras lecciones, pero vale la pena. Estas son habilidades que usarán toda la vida, y ya forman parte de muchos estándares estatales y nacionales. Mini-lecciones rápidas y retroalimentación en tiempo real en conferencias de estudiantes durante el tiempo dedicado a la escritura/composición pueden ayudarlo a integrar estas ideas sin agregar demasiado trabajo adicional a su carga.
Entonces, piénsese como el director, y a sus estudiantes como músicos en ciernes. Con su guía, aprenderán a componer, no solo a escribir, y se convertirán en comunicadores seguros y creativos listos para lo que el futuro les depare.
Brett Stamm, Universidad del Sur de Misisipi
Brett Stamm es esposo, padre, educador y aprendiz persistente con 20 años de experiencia en enseñanza y administración en escuelas públicas de K-8. Actualmente se desempeña como Profesor Asistente de Educación Primaria en la Universidad del Sur de Misisipi y es miembro del AERA Study of Deeper Learning Fellow.
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