Additionally, the US has imposed tariffs on Chinese goods in an effort to address what Trump sees as unfair trade practices by Beijing. These tariffs have sparked a trade war between the two largest economies in the world, with both sides imposing tariffs on billions of dollars’ worth of each other’s goods.
Overall, Trump’s approach to trade has been characterized by a willingness to use tariffs as a tool to address what he sees as unfair trade practices by other countries. The move towards a reciprocal tariff plan represents a significant shift in US trade policy and could have far-reaching implications for global trade relationships.
Funcionarios de Trump dijeron que no habría exclusiones para ninguna empresa o producto.
También ha llevado a cabo su amenaza de imponer aranceles del 10 por ciento a todas las importaciones de China, una medida que afecta a bienes de consumo cotidianos.
Además de estas acciones iniciales, Trump ha ordenado a sus funcionarios que realicen investigaciones sobre si los países extranjeros están gravando injustamente a las empresas estadounidenses, las razones del persistente déficit comercial de EE. UU. y si los países están manipulando sus monedas.
¿Cómo responderán otros países?
Algunos países ya están actuando. India este mes redujo los aranceles que cubren ciertas importaciones de EE. UU., incluidas las motocicletas Harley-Davidson, una queja de mucho tiempo de Trump, a la que ha calificado de “inaceptable”.
Aunque India es uno de los principales compradores de petróleo ruso en el mundo, Trump anunció que EE. UU. “será un importante proveedor de petróleo y gas a India” durante una conferencia de prensa con el primer ministro Narendra Modi el jueves.
Añadió que él y Modi negociarían “discrepancias de larga data” en el comercio.
El Financial Times ha informado que los funcionarios de la UE estarían dispuestos a reducir los aranceles a los automóviles a los niveles de EE. UU. si se evitaba la acción punitiva contra sus propias exportaciones. Bruselas ha dicho abiertamente que le gustaría comprar más gas natural licuado de EE. UU.
No está claro cómo la UE y el Reino Unido responderían a una represalia significativa contra sus regímenes de IVA, que consideran neutrales en el comercio y una parte fundamental de sus sistemas fiscales. Ningún otro socio comercial ha planteado tal amenaza.
Los funcionarios de la UE le dijeron al FT que no creían que el bloque cambiaría su régimen bajo presión de EE. UU. Defendió con éxito el sistema contra medidas de EE. UU. en la OMC en la década de 1990.
Hasta ahora, la UE ha prometido una represalia “firme y proporcional” a los aranceles al acero y aluminio, mientras que el Reino Unido ha dicho que es poco probable que responda, no deseando alimentar la inflación.
China respondió el lunes a los aumentos de aranceles de EE. UU. con contramedidas limitadas que afectan alrededor de $14 mil millones de importaciones de EE. UU. Pero su retórica también ha sido relativamente contenida en comparación con la primera ronda de la guerra comercial de Trump.
“No hay ganadores en una guerra comercial o guerra arancelaria”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China. “Instamos al lado de EE. UU. a dejar de politizar y convertir en armas los problemas económicos y comerciales”.