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Sir Keir Starmer ha reafirmado el apoyo “inquebrantable” de Gran Bretaña a Kyiv y ha repetido las demandas para que Ucrania esté en el centro de cualquier negociación de paz, mientras el primer ministro británico se prepara para reunirse con Donald Trump la próxima semana.
En el tercer aniversario del conflicto el lunes, el gobierno británico revelará el mayor paquete de sanciones contra Rusia desde los primeros días de la guerra, que se espera estén estrechamente alineadas con un importante paquete de la UE.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, dijo que la medida tiene como objetivo “apretar el tornillo sobre la Rusia de Vladimir Putin” para erosionar su maquinaria militar y reducir los ingresos que “alimentan los fuegos de destrucción en Ucrania”.
Las nuevas designaciones, que se espera que se centren en las exportaciones de aluminio y petróleo de Rusia, llegan en un momento en que crecen los temores en las capitales europeas de que el presidente de los EE. UU. podría aliviar las sanciones a Moscú como parte de un acuerdo de paz negociado con Putin sin la participación europea.
El domingo, Starmer dijo a la conferencia del Partido Laborista Escocés en Glasgow que Gran Bretaña “no se dejará intimidar por amenazas o tiranía”, pero advirtió que “no podemos aferrarnos a las comodidades del pasado” en una referencia oblicua al apoyo estadounidense.
Europa debe “hacer más” para defenderse y “asumir responsabilidad por nuestra seguridad”, dijo el primer ministro, al tiempo que prometió que el Reino Unido asumiría un papel “principal” en este sentido en todo el continente.
Según Downing Street, Starmer también habló con Volodymyr Zelenskyy el sábado, reiterando “el apoyo inquebrantable del Reino Unido a Ucrania” y su compromiso de “asegurar una paz justa y duradera para poner fin a la guerra ilegal de Rusia”.
La llamada telefónica tuvo lugar antes de una semana crucial de diplomacia sobre el futuro de Ucrania, mientras Starmer mantiene conversaciones con Trump en la Casa Blanca el jueves.
Las conversaciones bilaterales angloamericanas tienen lugar después de que el presidente de Polonia, Andrzej Duda, se reuniera con el presidente de los EE. UU. el sábado, y el presidente francés Emmanuel Macron volara a Washington para discusiones el lunes.
Los líderes europeos están llevando a cabo una avalancha de diplomacia en medio de las crecientes tensiones entre Trump y Zelenskyy. El presidente de los EE. UU. llamó a su homólogo ucraniano “dictador”, después de que Zelenskyy dijera que Trump vivía en una burbuja de desinformación en respuesta a su afirmación de que Kyiv había “iniciado” la guerra con Moscú.
En su última llamada, Starmer y Zelenskyy discutieron la necesidad de trabajar con aliados para “lograr la paz mediante la fuerza”, citando un lema estrechamente asociado con el ex presidente republicano Ronald Reagan que sugiere que el poder militar puede disuadir conflictos.
El primer ministro británico reiteró su posición de que Ucrania debe estar en el centro de cualquier negociación para poner fin a la guerra, después de que negociadores estadounidenses y rusos iniciaron conversaciones en Riad esta semana sin la presencia de representantes de Ucrania.
Starmer también habló con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el sábado y “acordaron que Europa debe intensificarse por el bien de la seguridad colectiva europea”, según el Número 10.
El primer ministro está bajo presión para establecer un cronograma para cumplir con el compromiso del manifiesto de aumentar el gasto en defensa británico al 2,5 por ciento del PIB, frente a su nivel actual del 2,3 por ciento, lo que costaría hasta £6 mil millones al año.
El domingo, la ministra del gabinete, Bridget Phillipson, se negó a confirmar la especulación de que Starmer fijará un plazo cuando se reúna con Trump en los próximos días.
James Cartlidge, secretario de defensa en la sombra del Partido Conservador, sugirió que el gobierno debería considerar reasignar fondos de Whitehall para aumentar el gasto en defensa.
“¿Deberíamos mantener un gran servicio civil o cambiar ese dinero a unas fuerzas armadas más fuertes?”, dijo en el programa Sunday Morning with Trevor Phillips de Sky News.
Gran Bretaña y Francia han comenzado a esbozar propuestas para una “fuerza de reaseguro” que dependería de la potencia aérea occidental, respaldada por los EE. UU., para hacer cumplir cualquier acuerdo de alto el fuego en Ucrania y disuadir posibles agresiones rusas.
Starmer ha dejado claro que un “respaldo estadounidense” sería crucial para dicho plan. Buscará persuadir a Trump durante sus conversaciones cara a cara de que salvaguardar la soberanía de Ucrania es esencial para disuadir futuras agresiones rusas.
El secretario de defensa del Reino Unido, John Healey, detalló el domingo los riesgos que plantea cualquier acuerdo de paz negociado por EE. UU. que margine a Kyiv.
“Una paz insegura conlleva más guerra”, escribió en The Sunday Times, agregando: “Sabemos que los ucranianos no temen la agresión rusa. Lo único que teme Ucrania es el cansancio occidental”.
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